Los tránsfugas en el tiempo
Los tránsfugas en el tiempo
Por César Hilebrandt.
No hay nada más peligroso que alguien que se muda al otro extremo.
No conozco a un solo converso político que haya terminado en el centro y aceptado la mesura o suscrito un cierto escepticismo. Todos marchan a las antípodas con el paso marcial de quienes, por fin, han descubierto “la verdad”. Y hablan como pontífices sobre su nueva fe.
Por César Hilebrandt.
No hay nada más peligroso que alguien que se muda al otro extremo.
No conozco a un solo converso político que haya terminado en el centro y aceptado la mesura o suscrito un cierto escepticismo. Todos marchan a las antípodas con el paso marcial de quienes, por fin, han descubierto “la verdad”. Y hablan como pontífices sobre su nueva fe.