Perú: Minera Río Blanco miente para imponer presencia ilegal en territorios comunales


Las comunidades campesinas, autoridades y organizaciones sociales abajo firmantes, ante las campaña de desinformación y falsedades emitidas recientemente por la empresa Minera Rio Blanco Copper, que tratan de confundir a la opinión pública y sus estamentos de defensa, nos dirigimos a la opinión pública nacional e internacional para manifestar lo siguiente:

DL 1086: Frankenstein que asalta al trabajador I
Alan Garcia Perez


Burla y aberraciones


Entre los decretos legislativos que el Poder Ejecutivo ha promulgado estos días, abusando de las facultades que le concedió el Congreso para legislar sobre el TLC con Estados Unidos, uno de los peores es el DL 1086, “Decreto Legislativo que aprueba la Ley de Promoción de la Competitividad, Formalización de la Micro y Pequeña Empresa y del Acceso al Empleo Decente”, dipositvo pésimo, tanto por su contenido como por su forma y propósito.

DL 1086: Frankenstein que asalta al trabajador II

El trabajador es el perdedor


Este decreto, lejos de promover un empleo digno, arrojará al empleado de clase media a la pobreza y al trabajador pobre a una cruel miseria. Esta es la forma en que García presta gran servicio a los malos empresarios que no saben hacer riqueza con trabajo e inteligencia, son esa clase de incompetentes que, como son tan incapaces de generar riqueza, tienen que implorar al gobierno (o coimarlo) para vivir de la explotación de sus trabajadores.

DL 1086: Frankenstein que asalta al trabajador IV

Un decreto premeditado y chapucero

Respecto de este DL 1086, hay que recordar que quien comenzó a recortar los beneficios sociales y protección al trabajador fue el dictador Fujimori. Que ello no sirvió para incorporar en planillas a empleados ni obreros lo evidenció la súbita reducción de asegurados, que de cuatro millones pasó a un millón al final del régimen.

Cambiar a Carranza para que nada cambie
Luis Carranza

Humberto Campodónico


La salida del Ministro Carranza del MEF puede tener varias lecturas. Una es la existencia de encontronazos, cada vez más frecuentes, de Carranza con otros ministros del gabinete, que no estarían contentos con las negativas del primero a conceder aumentos en los pliegos presupuestales de los segundos. A lo que se sumarían exigencias desmesuradas para el desembolso de montos de gastos e inversiones ya establecidos en el presupuesto de la República.