Un asteroide de 300 metros que acompaña a la Tierra en su órbita fue hallado por científicos de la Universidad Athabasca en Alberta, Canadá.


La roca tiene 300 metros de diámetro se esconde en la tenue luz que precede al amanecer y en la débil luz tras el atardecer, por lo cual no había sido detectada hasta ahora por los telescopios.

A este asteroide se le ha denominado “troyano”, y puede orbitar alrededor del Sol en cualesquiera de dos fuentes gravitacionales de nuestra órbita terrestre. Estas fuentes se encuentran a 60 grados del Sol tras la Tierra, en puntos Lagrange, donde las fuerzas gravitacionales entre el Sol y la Tierra se equilibran. Los puntos Lagrange se ubican hacia el Sol, lo cual dificulta ver el asteroide.

Troyanos como este son conocidos. Por ejemplo en Júpiter, que tiene unos 5,000. Neptuno y Marte también los tienen, aunque en menor número.
Para detectar a este cuerpo se empleó un sensor de calor para ver más allá del crepúsculo y empleando datos del satélite de la Nasa Wide-field Infrared Survey Explorer (WISE).

Se estima que el objeto, precede  al Tierra en su órbita, permanezca estable por unos 10 mil años en una órbita elíptica alrededor de su punto gravitacional de Lagrange, oscilando a una distancia entre 20 y 300 millones de kilómetros de nuestro planeta, según explican en la revista Nature.