Los “biopiratas” pueden afectar el cerebro humano
Serguéi Mizerkin
Algunos científicos estadounidenses están seguros de que no está lejos el día en que se podrá manipular el cerebro humano como los piratas informáticos vulneran un ordenador y de esta manera, controlar el comportamiento del hombre. Y en calidad de virus actúan microorganismos creados especialmente por los investigadores que se ocupan de una rama nueva de la ingeniería genética: la biología sintética.
Las células son minicomputadoras vivas y el ADN es el lenguaje de la programación: tal es la idea central de los futurólogos. Al día de hoy, el biodelito se asemeja al delito informático de principios de la década de 1980. Entonces no era considerado un problema serio, aunque crecía como un alud de nieve –afirman los estudiosos estadounidenses. Pero los especialistas rusos consideran que por ahora, tales comparaciones no son más que una metáfora.
Lo que pasa es que no es del todo correcto comparar un ordenador con el cerebro humano –dice Alexander Kaplan, jefe del Laboratorio de Neurofisiología y Neurointerfaces de la Facultad de Biología de la Universidad Estatal de Moscú. Así, el programador se imagina a ciencia cierta el equipamiento de la computadora, sabe perfectamente a donde enviar el virus para afectar determinado programa. Pero el cerebro humano es mucho más complicado. Y en qué puede contar el investigador que sintetizó el virus y piensa introducirlo en el organismo y a través de qué direcciones lo enviará al cerebro –se pregunta el científico.
El enigma del cerebro sigue siendo un enigma. Hasta ahora, nadie sabe cómo leer la información desde el cerebro, estando dentro de ese mismo cerebro. Allí hay millardos de células nerviosas y ¿a qué célula consultar? Es una tarea totalmente irrealizable para los investigadores del cerebro como tal, que se ocupan de este asunto en los laboratorios neurofisiológicos. ¿Qué puede hacer en tal situación un pequeño virus dirigido únicamente a acoplarse al genoma de alguna célula y reproducirse? Pienso que es una tarea irreal incluso a largo plazo. El escaneo del cerebro con ayuda de un virus es una tarea irreal.
Según Alexander Kaplan, en general es sumamente complicado crear un organismo artificial con un genoma sintetizado, parecido a un ser razonable y que pueda “pensar”.
Desde la aparición de la primera célula en la Tierra hasta la aparición de los primeros organismos más o menos razonables – consideremos a los gusanos organismos más o menos razonables, que pueden aprender y tienen memoria – transcurrieron cerca de mil millones de años. Tanto tiempo hubo que evolucionar para que apareciera un gusano. Se puede acortar este período en un laboratorio, claro que no serán miles de millones de años, pero igualmente será mucho, mucho tiempo.
Otros especialistas, por el contrario, consideran que dirigir el comportamiento de un ser humano con ayuda de microorganismos especialmente programados es hipotéticamente posible El director de la Agencia de Tecnologías Informativas Avanzadas, Vladímir Korovin, destaca que muchas cosas que antes se consideraban fanatasía, hoy se convierten realidad. Se cultivan órganos artificiales, se diseñan impresoras que “imprimen” los órganos. De modo que, por una parte, existen temores bien reales, pero no se trata de algo de un futuro próximo” –consigna el programador.
Independientemente de las perspectivas que pronostiquen los científicos, los avances de la biología sintética son indudables. Ya se ha creado la primera bacteria con un genoma totalmente artificial, los científicos están trabajando en microorganismos que pueden generar sustancias medicinales, alimentos, plástico y hasta electricidad.
Fuente: La Voz de Rusia, 23.04.2012