Sostienen especialistas en evolución
Especialistas en evolución sostienen que el hombre tuvo por ancestros a simios acuáticos, que después salieron del agua, perdieron su cuero, caminaron erectos y desarrollaron cerebros más grandes.
Se trata de una teoría que ya había sido planteada hace 50 años. Entonces fue objeto de befa. Ahora tiene nuevos seguidores que expondrán la próxima semana en una importante conferencia, “Human Evolution: Past, Present and Future”, en Londres, donde varios ponentes la sostendrán.
Peter Rhys Evans, uno de los organizadores, dijo al diario Observer que los humanos son muy distintos de los monos: no tenemos cuero, caminamos erectos, tenemos cerebros grandes y grasa subcutánea, además de una laringe que descendió, característica común de los animales acuáticos.
Según las teorías de la evolución, estas características aparecieron en épocas distintas, por diferentes razones. La teoría del simio acuático indica que aparecieron porque nuestros ancestros decidieron vivir en o cerca del agua por millones de años.
El primero en plantear esta teoría fue Sir Alister Hardy, para quien los simios bajaron de los árboles y vivieron en lugares con abundante comida, ríos y mares. Se volvieron erectos cuando trataron de mantener sus cabezas sobre el agua, y perdieron su pelo, para después desarrollar grasa y mantenerse tibios en el agua.
Rhys Evans, es ex[eretp em fisiología del cuello en el hospital Royal Marsden de Londres y dijo al Observer que los humanos tienen senos craneales (espacios huecos) grandes en las zonas de las mejillas, nariz y frente, que ayudaron a mantener nuestras cabezas sobre el agua.
La teoría dice que los humanos desarrollaron cerebros grandes gracias al DHA, ácido docosahexaenoico y ácido graso omega 3, que se encuentra en los alimentos marinos y agregan que la bioquímica de nuestro cerebro también puede probar el vínculo. El DHA estimula el crecimiento cerebral en los mamíferos.
El doctor Michael Crawford, del Imperial College London, dijo que sin una dieta rica en DHA no podríamos haber desarrollado nuestros cerebros, por lo cual la amenaza a la reproducción de los peces, fuente de esta sustancia, puede tener serias consecuencias para nuestras especies, pues enfrentaríamos un incremento de enfermedades y deterioro mental, y esta es la real enseñanza de la teoría de los simios acuáticos.