Un nuevo estudio realizado por la Universidad Pace de Nueva York asegura que el célebre físico alemán Albert Einstein no tuvo un cerebro especial, lo cual corrobora la investigación publicada hace algunos años, la cual sostiene que Einstein no fue el autor de la Teoría de la Relatividad, sino su primera esposa.
Los nuevos hallazgos desmienten el estudio realizado en 1985, el cual aseguró que el físico tenía mayor número de células gliales que el común de la gente. Estas células sostienen y protegen a las neuronas cerebrales, por lo que se creyó que a más de éstas hay mayor inteligencia.
El doctor Terence Hines, de la mencionada universidad, asegura ahroa que no hay nada especial en el cerebro de Einstein, informa la revista Discover Neuroskeptic. El cerebro se conservó bien después de ser extraido siete horas después de su muerte en 1955. Aunque la preservación se realizó contra la voluntad del científico, que pidió ser cremado, después su hijo Hans aprobó su conservación.
Hines explicó que de 28 exámenes realizados en 1985, comparando el cerebro de Einstein con otros, sólo uno resultó significativamente exacto y que otros análisis microscópicos demostraron que no hubo diferencias esenciales entre el cerebro en estudio y los otros.
Investigaciones de los últimos años apuntan a que la real autora de la Teoría de la Relatividad fue su primera esposa, la física Mileva Maric, quien firmó el texto de la teoría. Sustenta esto el hecho de que tras su divorcio y después que Einstein recibió un millón de dólares por el premio Nobel, el físico entregó la totalidad de la suma a Maric.