Un pesticida ecológico elaborado a partir de veneno de araña no afecta a las abejas y combate a diversas plagas de insectos. Fue desarrollado por la Facultad de Biología de la Universidad de Newcastle, Reino Unido.
Atrax robustus
En la investigación utilizaron el veneno de la araña australiana Atrax rubustus, del tipo Hexathelidae, una de las tarántulas más venenosas del mundo, a lo cual sumaron la proteína lectina, tomada del “narciso de las nieves”, con lo cual generaron la fórmula Hv1a/GNA,
Para probar el efecto en las abejas, se les aplicó una dosis alta de la fórmula, mucho más de lo que se emplearían en el campo, tras lo cual se evidenció tan sólo un ligero efecto en la supervivencia de las abejas y efecto nulo en su aprendizaje y memoria, vital para ellas, pues les son necesarios para la localización de su alimento y para orientarse hacia la colmena.
La fórmula podría evitar el daño a las abejas observado con los neonicotinoides. Los estudiosos mencionaron en un comunicado que estudios previos probaron que el producto no afecta a animales superiores.
Durante el estudio se aplicó diversas concentraciones de la fórmula en las abejas, por un periodo de siete días. Esta sustancia debe ser ingerida por los insectos, no absorbida por su exoesqueleto, como es usual con otros pesticidas.
No sólo las abejas evidenciaron tolerar la fórmula, sino también las larvas, las cuales rompieron el compuesto en su tintestino, explica el artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
La investigación es parte de la “Insect Pollinators Initiative”, financiado por el Consejo en Biotecnología y Ciencias Biológicas de Investigación, Defra, el Consejo de Investigación del Medio Natural (NERC), el Gobierno de Escocia y el Wellcome Trust, con los auspicios de LWEC.
En la investigación participaron académicos de las Universidades de Newcastle y Durham y la Agencia de Investigación en Alimentación y Medio Ambiente. Esta fue financiada por el Consejo de Estrategia Tecnológica.