Dahiana Cusnir
 
Tel Aviv, 7 de abril (Sputnik).- Un estudio revela que los humanos hemos sido superdepredadores de grandes animales durante dos millones de años, contrario a la creencia generalizada de nuestra naturaleza omnívora, y que contribuimos a la extinción de esos grandes animales.
 
 

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"Hasta ahora, los intentos de reconstruir la dieta de los humanos de la Edad de Piedra se basaron principalmente en comparaciones con las sociedades de cazadores-recolectores del siglo XX, pero esta comparación es inútil porque hace dos millones de años las sociedades de cazadores-recolectores podían cazar y consumir elefantes y otros animales grandes, mientras que hoy en día no tienen acceso a tal abundancia. Todo el ecosistema ha cambiado y las condiciones no se pueden comparar”, explicaron los profesores Ran Barkai y Miki Ben-Dor de la Universidad de Tel Aviv, en comunicado oficial. Ambos estuvieron a cargo de la investigación y concluyeron que los humanos comían principalmente carne.
 
Contrariamente a la creencia de que el hombre primitivo comía aves, conejos y liebres, es decir animales pequeños, este nuevo estudio señala que hay factores digestivos, genéticos y evidencia arqueológica de que el ser humano primitivo fue superdepredador, durante al menos dos millones de años. Y, tiempo después, incorporó los vegetales a su dieta diaria.
 
La investigación mostró que los humanos de esa época eran hipercarnívoros y se especializaron en la caza de animales de tamaño grande y mediano con alto contenido de grasa.
 
"Cazar animales grandes no es un pasatiempo vespertino, pues requiere una gran cantidad de conocimiento", dijo Ben-Dor. “Claramente, los restos de animales grandes encontrados en innumerables sitios arqueológicos son el resultado de la gran experiencia de los humanos como cazadores de animales grandes”.
 
EXTINCIÓN
 
"Muchos investigadores que estudian la extinción de los animales grandes están de acuerdo en que la caza por parte de los humanos jugó un papel importante en esta extinción, y no hay mejor prueba de ello que la especialización de los humanos en la caza de animales grandes", resaltó.
 
Otra evidencia arqueológica, según los expertos, es el hecho de que las herramientas especializadas para obtener y procesar alimentos vegetales solo aparecieron en las últimas etapas de la evolución humana, lo que respalda la hipótesis de la inclusión de los animales grandes en la dieta humana, a lo largo de la mayor parte de la historia humana.
 
El estudio, que ha sido publicado en el Anuario de la Asociación Estadounidense de Antropología Física, también concluyó que al final de la Edad de Piedra, el declive de las fuentes de alimento animal llevó a los humanos a aumentar gradualmente el elemento vegetal en su nutrición, hasta que finalmente no tuvieron más remedio que domesticar plantas y animales, y se convirtieron en agricultores.
 
FISIOLOGÍA
 
Los investigadores trabajaron con 400 artículos científicos de diferentes disciplinas para determinar si los humanos de la Edad de Piedra eran carnívoros especializados o eran omnívoros generalistas.
 
De acuerdo con Ben-Dor, la acidez del estómago humano es una prueba de que los humanos han sido depredadores. “La acidez en nuestro estómago es alta en comparación con los omnívoros e incluso con otros depredadores. Producir y mantener una acidez fuerte requiere grandes cantidades de energía, y su existencia es evidencia de que consumían productos animales”.
 
“La acidez fuerte brinda protección contra las bacterias dañinas que se encuentran en la carne, y los humanos prehistóricos cazaban animales grandes cuya carne era suficiente para días o incluso semanas”, detalló Ben-Dor. Asimismo, explicó que a menudo los humanos de la Edad de Piedra consumían carne vieja que contenía grandes cantidades de bacterias y, por lo tanto, necesitaban mantener un alto nivel de acidez.
 
Otro indicio de eran depredadores es la estructura de las células grasas en los cuerpos de los omnívoros, donde la grasa se almacena en una cantidad relativamente pequeña de células grasas grandes, mientras que en los depredadores, incluidos los humanos, es al revés: la cantidad de células grasas más pequeñas es mucho mayor.
 
Los científicos concluyeron que los humanos han sido depredadores durante la mayor parte de su desarrollo, ya que  cazaron animales grandes para obtener de ellos más del 70 por ciento de su energía.
 
Partiendo de esa premisa, se puede proporcionar una base amplia de conocimientos fundamentales sobre la evolución biológica y cultural de los seres humanos, pues en la actualidad, los hipercarnívoros basan su dieta en los mismos parámetros que el hombre primitivo de las cavernas. (Sputnik)