Los dispositivos de audio evolucionan permanentemente. Pero aún más en términos de funcionalidad y comodidad, que de fidelidad del sonido, porque esto parece estar garantizado desde hace años. Mientras que los soportes tecnológicos, a través de los que lo escuchamos avanzan, los enormes equipos de música de décadas pasadas se han achichado notoriamente, manteniendo o mejorando la calidad del sonido. 

 

FAPE 10991 sin sitio FOTO 2 El futuro de los audfonos

 

Lo mismo ocurre con los audífonos. Estos accesorios, que antaño nos obligaban a permanecer cerca de un dispositivo, atados a una fuente de sonido, afortunadamente la tecnología y la ciencia han cortado ese cordón.

Con la llegada de los audifonos Bluetooth se posibilitó llevar el sonido con nosotros, cuándo y a dónde deseamos, sin la necesidad de estar conectados mediante un cable al dispositivo móvil, otorgándonos soltura y libertad.

La evolución de estos pequeños artículos tecnológicos demuestra la preponderancia de la comodidad por sobre la calidad. En términos de sonido, no revisten mayores cambios, pero la diferencia en materia de funcionalidad es abismal.

Pero el avance de la tecnología parece no tener fin. Ni el Hardware ni el Software que hoy usamos pueden alcanzar niveles más altos. Pero, expertos de Silicon Valley trabajan en un desarrollo magnánimo. Pretenden transformar unos sencillos audifonos Samsung en un portal a la inteligencia artificial.

Más que un mero accesorio de sonido

La industria trabaja en las interfaces de voz presentes en la afamada película Her. Mientras tanto, los audífonos ya son más que meros accesorios de sonido. Es que, los fabricantes pretenden asemejar los modelos a los de Smartwatch o Smartphone. Y trabajan en ello con grandes resultados.

Los profesionales o aficionados al deporte ya cuentan con un modelo de audífonos inalámbricos a su medida. Tienen la posibilidad de acceder a unos con sensores del ritmo cardíaco y acelerómetro. Estos son ideales para salir a caminar, trotar o correr. Con la aceleración de los avances tecnológicos, seguramente a corto plazo sean mejores. Más pequeños y precisos de lo que ya son.

Su dependencia respecto de otro dispositivo es una limitación. Pero en la búsqueda por volverlos más funcionales, existe la esperanza de que aparezcan diseños con más prestaciones, como modelos de audífonos inalámbricos Samsung capaces de recibir notificaciones de mensajes y llamadas, y que se presten a poder responderlos con facilidad. Incluso con los que se puedan abrir aplicaciones y mirar el timeline de las redes sociales.

A través de Google Now o Assistant, el sistema Android permite algo de esto. El usuario puede indicar con la voz envíos de mensajes a WhatsApp o Telegram, y acceder a cualquier app que soporte las interfaces de programación de aplicaciones que Google tiene disponible para los desarrolladores. Falta el ida y vuelta, un desarrollo que habilite a los audífonos bluetooth Samsung a leer notificaciones y posibilite una conversación con quien los usa.

Hoy en día, existen audífonos con botón de control, con el que se puede activar Google Now. Pero hace falta presionar el botón y dar una orden para concretar el proceso. De crearse un sistema de escucha activa, esto podría realizarse sencillamente hablando.

 

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Bluetooth 5.3: la optimización del sonido de los audífonos

Hace varios años, la conectividad Bluetooth ha revolucionado el uso de teléfonos celulares y de los dispositivos tecnológicos vinculados a estos, puesto que reemplazó los lentos y largos procesos de transferencia de archivos, dejando de lado las obsoletas conexiones de infrarrojos y los incapaces sistemas de mensajería multimedia. Lejos de llegar a su máxima expresión, esta tecnología de traspaso de datos está dando otro gran paso.

El Bluetooth 5.3 lo actualizará y optimizará en términos de privacidad y seguridad. Dos cuestiones cada vez más necesarias y valoradas por los usuarios del mundo entero. ¿Cómo lo hará? Con la longitud de la clave de cifrado. Para proteger los dispositivos, Bluetooth 5.3 no se conectará a aquellos que no cumplan con ciertos valores mínimos. Así, la computadora, el celular o el aparato que sea se verá protegido de vulnerabilidades y ataques.

Las principales virtudes de esta tecnología

La eficiencia energética es uno de los conceptos que mejor define al Bluetooth 5.3. La nueva versión cuenta con un novedoso sistema de actualización y filtrado que elimina de manera automática todo aquello que considera repetido. De este modo, no malgasta energía en datos redundantes.

Esta cualidad se replica en los canales conectados. Los que envían y reciben puede comunicarse entre sí, y preferir con cuál vincularse. En dispositivos de reproducción y escucha de audio, la incidencia de interferencia será más baja. La mejora en el ancho de banda es otra virtud de esta tecnología. A través de Bluetooth 5.3 y con tecnologías complementarias, se puede transmitir audio de alta calidad.

El Bluetooth 5.3, la transmisión de audio y los audífonos

Ya se habló de la importancia de la privacidad y la seguridad. Pero el cambio más grande que reviste Bluetooth 5.3 es la transmisión de audio para audífonos inalámbricos y otros dispositivos afines. Esta tecnología mejora notablemente la calidad de sonido. Se asemeja al audio sin pérdidas que se alcanzaba con la transmisión cableada.

Los fanáticos que se deleitan con la música emitida en delicados y sofisticados parlantes tendrán otra opción. Una democratización auditiva sin pérdidas, que podrán llevar consigo. Y dada su eficiencia energética, sin depender tanto de los cargadores.

Con el Bluetooth 5.3 la duración podría extenderse notablemente. Si bien ya se usa desde 2021, recién este año estará presente en los dispositivos de audio.

El futuro ya llegó. Parece que las promesas tecnológicas en materia de audio ya están entre nosotros como algo concreto. Pero, es importante señalar que el uso excesivo de audífonos y a alto volumen puede ser perjudicial.

Exponer los oídos a la reproducción de música o cualquier sonido prolongadamente produce pérdida de audición. Y es irreversible. Este recuente nuevo hábito precipitó los problemas de audición de los 60 a los 40 años.