Un nuevo estudio realizado en la Universidad de Cornell sugiere que las plantas poseen una forma de inteligencia.

 

boton de oro

Los investigadores descubrieron que pueden resolver problemas detectando cuándo los insectos devoran una planta cercana y adaptándose para evitar la destrucción.

Muchos científicos definen la inteligencia como un sistema nervioso central, donde las señales eléctricas transmiten mensajes a otros nervios para procesar información.

En cambio, las plantas tienen un sistema vascular, que es una red de células que transporta agua, minerales y nutrientes para ayudarlas a crecer.

Ahora, los científicos piden una redefinición de la inteligencia para incluir la resolución de problemas como un signo.

Kessler, profesor de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Cornell, recordó que hay más de 70 definiciones publicadas para la inteligencia y no hay acuerdo sobre qué es, ni siquiera dentro de un campo determinado.

Estudios anteriores han descubierto que las plantas emiten un sonido de angustia de alta frecuencia cuando sufren estrés ambiental, como daños en sus hojas y tallos. También han especulado que las plantas podrían ser capaces de contar, tomar decisiones, reconocer a sus parientes e incluso recordar eventos.

La última revelación provino del estudio de las varas de oro, que son flores que se encuentran en América del Norte, Europa y Asia, mientras el equipo observaba cómo respondía cuando los escarabajos las comían.

La planta emitió una sustancia química que informó al insecto que la planta está dañada y es una mala fuente de alimento.

Los compuestos orgánicos volátiles (COV) fueron luego detectados por varas de oro cercanas que produjeron el mismo mecanismo de defensa para evitar ser comidas, lo cual encajaría con nuestra definición de inteligencia, explicó Kessler.

“Dependiendo de la información que recibe del medio ambiente, la planta cambia su comportamiento estándar”, dijo.

El equipo realizó experimentos en 2021 que demostraron que las varas de oro también pueden detectar proporciones más altas de luz roja lejana, o luz diurna, reflejada en las hojas de las plantas vecinas. La luz roja lejana influye en el crecimiento de toda la vegetación.

Cuando las plantas vecinas sienten que se está comiendo una vara de oro cercana, se adaptaron creciendo más rápido y liberando más sustancia química de defensa.

“Cuando no hay vecinos presentes, las plantas no recurren a un crecimiento acelerado cuando se comen y las respuestas químicas a los herbívoros son marcadamente diferentes, aunque todavía toleran cantidades bastante altas de herbivoría”, señalan los investigadores.

Además, se descubrió que las plantas “huelen” la sustancia química que indica la presencia de una plaga. La emisión volátil procedente de un vecino predice la futura herbivoría, afirmó Kessler.

“Pueden utilizar una señal ambiental para predecir una situación futura y luego actuar en consecuencia”, indica en un artículo publicado por dicha universidad.

Aplicar el concepto de inteligencia a las plantas puede inspirar nuevas hipótesis sobre los mecanismos y funciones de la comunicación química de las plantas, al mismo tiempo que cambia el pensamiento de la gente sobre lo que realmente significa inteligencia, dijo Kessler.

 

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