Consumir piña, manzana, naranja, uva o toronja durante el tratamiento con medicamentos puede inhibir o potenciar algunos fármacos.
La combinación interfiere en el proceso de curación y puede generar consecuencias no deseadas y hasta poner en riesgo la vida de las personas.
Si bien es conocido que las frutas tienen vitaminas y enzimas que son beneficiosas para la salud, mezclar los jugos de piña, manzana, naranja, uva o toronja podría inhibir o incrementar las propiedades y efectos terapéuticos de algunos fármacos anticoagulantes y antihistamínicos, para el tratamiento del cáncer y la hipertensión arterial.
Así lo advirtió Aldo Álvarez Risco, especialista de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), al explicar que muchas personas que están bajo tratamiento suelen ingerir sus medicamentos con jugos de fruta sin saber que ello puede interactuar en su organismo de forma negativa, ya sea disminuyendo los efectos positivos de los medicamentos o, por el contrario, potenciándolos, pudiendo ocasionar una reacción de toxicidad.
El químico farmacéutico señaló que esta combinación también puede desencadenar otros daños a la salud como la hipertensión arterial (presión alta), trombosis (arterias que se obstruyen) e inclusive ataques al corazón, por ello recomendó consultar con su médico qué tipo de alimentación debe llevar conjuntamente con la administración de los medicamentos recetados para el restablecimiento de su salud.
“El médico es la persona capacitada para determinar los cuidados alimenticios adicionales que el paciente debe respetar durante algún tratamiento farmacológico, y más bien el paciente tiene el derecho de preguntar al especialista si debe continuar con su dieta alimenticia normal o debe dejar de lado las frutas y comidas que les puedan resultar perjudiciales para su recuperación”, dijo.
Asimismo, agregó que aquellas personas que están bajo tratamientos prolongados por enfermedades crónicas no conseguirán los mismos resultados si continúan ingiriendo sus medicamentos con los jugos de estas frutas.
“Si bien la piña, la manzana y naranja inhiben los efectos de los fármacos antes mencionados, la toronja y uvas actúan de forma contraria potenciando sus propiedades medicinales” anotó.
Casos particulares
Aldo Álvarez Risco explicó, además, que particularmente la piña puede inhibir los efectos de algunos medicamentos anticoagulantes utilizados para evitar infartos causados por la formación de coágulos en el interior de un vaso sanguíneo.
Por su parte, el jugo de manzana y la naranja reducen la eficacia de fármacos conocidos como la fexofenadina (antihistamínico), la etoposida (anticancerígeno), el atenolol, el celiprolol y el talinolol (betabloqueantes utilizados en la prevención de infartos y tratamiento de la hipertensión arterial) y la ciclosporina (utilizada en la prevención del rechazo a órganos trasplantados).
Finalmente, manifestó que el jugo de toronja o de uva inhiben las enzimas intestinales que destruyen parcialmente los medicamentos cuando son absorbidos y, como consecuencia de ello, el organismo del paciente termina absorbiendo más medicación de la debida. “Es el caso de la mezcla de este tipo de jugos con el medicamento para la presión alta llamado Felodipino”, concluyó.