La AGN dijo que el ente de sanidad animal y calidad agroalimentaria limita el control de productos agroquímicos a los comercios expendedores conocidos por falta de un registro completo. Desde 2007 el organismo no fiscaliza el uso de envases de pesticidas, su función pasó a ser sólo de fomento de buenas prácticas sobre disposición final.
La AGN señaló como imprescindible que el Estado extreme el control sobre los agroquímicos. Las muestras que se envían a analizar al SENASA registran retrasos en las respuestas.
La Auditoría General de la Nación (AGN) analizó el Sistema Federal de Fiscalización de Agroquímicos y Biológicos (SIFFAB) del Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y detectó que no tiene un registro del total de comercios donde se vende este tipo de productos, por lo que el ente se limita a controlar “los establecimientos conocidos y deja de lado a todos los no identificados”.
Según el informe, aprobado este año sobre datos que van de 2007 a 2011, el sistema -sistema SIFFAB, que controla el cumplimiento de normas de los productos comercializados, “carece del registro del universo de comercios expendedores y depósitos de almacenamiento de agroquímicos”. La AGN señaló que “se advierte una escasa articulación con organismos provinciales y municipales que tienen autoridad en la materia” y, agrega, que éstos entes “no le proporcionan toda esa información a SENASA”.
Pero además, el SIFFAB vio reducidas sus acciones de fiscalización en cuanto a la disposición final de los envases de productos agroquímicos. En una primera instancia tenía funciones de “control”, pero desde 2007 sus tareas pasaron a ser de “fomento y difusión” de buenas prácticas sobre disposición final de residuos remanentes y envases, limitándose al dictado de talleres de promoción y concientización.
Además, detectó que “las muestras de productos que se toman en las inspecciones y que se envían a analizar a los laboratorios de SENASA registran retrasos en las respuestas”, y que existen “dificultades en el acceso a la base de datos de los centros regionales del SIFFAB”. Esto último, “hace que los inspectores salgan a fiscalizar con un software desactualizado, pudiendo generarse errores al momento de realizar las inspecciones”
El informe de AGN sostiene que “es imprescindible que el Estado extreme las medidas de control sobre los agroquímicos en todas las etapas” y que “se realicen monitoreos permanentes de los alimentos para detectar la presencia de residuos, con el fin de garantizar la salud de los ciudadanos”.
Por otra parte, el organismo analizó el Sistema de Control de Frutas y Hortalizas Frescas (SICOFHOR) del SENASA, que lleva a cabo un monitoreo de vigilancia para detectar la presencia de residuos pesticidas y de contaminantes, mediante muestras de los productos en huertas, mayoristas, etc.
De agosto de 2009 a agosto de 2010, se tomaron 409 muestras de productos destinados al consumo interno y de exportación. En “el 55% de las frutas y en el 34,8% de las hortalizas se determinó la presencia de residuos de plaguicidas”. Si bien el 96,7% de dichos residuos “presentaban concentraciones dentro de los límites permitidos”, el SENASA detectó que en el87% de los casos se trataba de “productos que no están autorizados para el cultivo en el que fueron encontrados (lo que no significa que sean plaguicidas prohibidos)”.
Del universo de más de 100.000 productores y más de 100 especies de frutas y hortalizas, se incorporaron 22 especies, entre ellas, frutas cítricas, frutas de carozo (cereza, ciruela), hortalizas, ajo, cebolla, etc. Del total de especies, el SICOFHOR debe identificar la especie, zona de producción, firma productora, empacadora, que el rótulo coincida efectivamente con la del producto, detectar pesticidas prohibidos, etc. En relación a las últimas especies incorporadas, la AGN solicitó “maximizar la identificación de los productos” con respecto a los datos mencionados.
Cómo controla el SENASA
El SICOFHOR funciona en 14 Centros Regionales del SENASA. A partir del 2008 el programa empezó a monitorear las dependencias, pero el informe dice que el SICOFHOR solo visitó la mitad de los centros y, además, recibió “información incompleta”. Es que solicitó el detalle sobre establecimientos inspeccionados, incumplimientos detectados en esas inspecciones, etc. y “no todos los centros respondieron”, no obstante, SENASA “no solicitó rectificaciones ni elaboró un informe consolidado con toda la información recibida”.
Por otra parte, según el organismo de control, “no se abren expedientes cuando se toman acciones de vigilancia por detección de residuos de plaguicidas”. Entre enero y agosto de 2010, los Centros efectuaron 67 visitas de inspección en el marco del SICOFHOR y “de 26 situaciones de detección de residuos de plaguicidas solamente se abrieron 4 expedientes y solo en un caso se tramitaron infracciones por incumplimiento”.
Asimismo, es insuficiente el control de gestión de los centros, dado que los mismos no tienen un sistema integrado e interconectado de información. La base de datos de SICOFHOR solamente es accesible en el nivel central de SENASA.
Sobre el Centro Regional de Santa Fe, la AGN señaló que “la dilación de los tiempos de entrega de los resultados del laboratorio, podría implicar la comercialización de productos que arrojen una detección de residuos de plaguicidas fuera de norma”. Además, se observó “falta de capacitación a los inspectores y recursos materiales limitados para realizar las tareas de monitoreo (por ejemplo, insuficiente cantidad de cajas conservadoras para las muestras)”.
Fuente: El auditor