Aparatos como el smartphone han resultado ser un pernicioso medio de perversión de los menores, pues un tercio de los escolares estadounidenses admite haber enviado sus fotos posando desnudos usando estos medios, mientras que un 57% ha pedido a otros que les envíen este tipo de fotografías.
El estudio, realizado en escuelas estadounidenses del sur de Texas, evidenció que los escolares que participan en los mensajes de texto con contenido sexual son más propensos a tener relaciones sexuales.
El doctor Jeff Temple, profesor del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la UTMB, señala que no obstante, más bien los adolescentes se sienten fastidiados cuando se les pide enviar una foto de ellos desnudos.
Estas cifras alarmantes contrastan con estudios previos, que calculaban que sólo el 1% de los adolescentes enviaban fotos de ellos desnudos. Este nuevo estudio es más amplio, por tanto, más exacto, y precisa que el 28% de adolescentes ha enviado fotos de ellos desnudos por medios electrónicos, mientras que el 57% ha recibido pedidos de otros de fotos de ellos desnudos, y el 31% ha pedido a otros que le envíen fotos de desnudos.
Según este sondeo, casi todas las chicas se les ha pedido sus fotos desnudas, mientras que a los chicos se les ha pedido este tipo de fotografías a más de la mitad.
Las adolescentes envueltas en estos envíos de imágenes sexuales presentan mayor incidencia de incurrir en comportamientos sexuales de riesgo, incluyendo el tener parejas múltiples, además de usar drogas o alcohol antes de tener relaciones sexuales.
Temple considera que estas diferencias entre los sexos responde a creencias sociales sobre estos envíos electrónicos sexuales, en particular, se toma permisiva y positivamente entre los chicos, sin percibirse riesgo en ello.
De otro lado, se consdidera promiscuas a las chicas que participan, pues si arriesgan su reputación pueden estar inclinadas a tomar otros riesgos.
Los pediatras, las escuelas, los elaboradores de políticas y los padres han estado actuando con desventaja al no contar con suficiente información sobre la naturaleza e importancia de estos comportamientos con los aparatos electrónicos, advierte Temple, y agrega que estos hallazgos arrojan nuevas luces sobre la importancia en la salud pública de estas conductas.