Por Herbert Mujica Rojas
"Lima, 09 de Octubre del 2014
Señor
HERBERT CARLOS MUJICA ROJAS
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Presente.-
Estimado Señor MUJICA ROJAS:
Nos dirigimos a usted para saludarlo y dar respuesta al reclamo que nos hiciera llegar, mediante el cual nos manifiesta que en su operación de cobro de 02 cheques de fecha 29.09.2014, realizadas a través de una de nuestras Tiendas Interbank, le entregaron un billete de S/. 100.00, presuntamente falso.
Al respecto, le comunicamos que en ésta oportunidad su requerimiento ha sido desestimado, toda vez que no es posible determinar que el billete en cuestión, haya salido del Banco; por la razón de que al retirarse de nuestra ventanilla con el efectivo entregado, usted nos da su conformidad con la operación realizada y del dinero recibido.
Sin ningún otro en particular, quedamos a su disposición para cualquier consulta o pedido a través de nuestra página Web www.interbank.com.pe o en nuestra Banca Telefónica al teléfono 311-9000 las 24 horas del día
Atentamente,
Erika Carrión Ybarra
Servicio al Cliente"
La historia es muy simple, tanto que puede sucederle a cualquier modesto ciudadano o a un independiente como el que esto escribe.
Cobré dos cheques en Interbank, fui al Scotiabank a depositar el total por una letra pero en ese banco me retuvieron un billete de S/ 100 por ser falso, me dieron una constancia, sellada y firmada y volví a Interbank, hablé con el cajero que reconoció que en efecto habíame pagado los cheques y me orienta hacia Plataforma, allí hago el reclamo y en en dos semanas con cirugía sin anestesia el poderoso Interbank me dice lo que usted ha leído líneas antes porque es copia literal.
Algunas consideraciones interesantes:
-Interbank desestima mi reclamo porque dice que el cliente otorga conformidad por el dinero recibido y que no hay forma de determinar que ese billete falso lo entregaron ellos. ¿Y mi palabra y desplazamiento veloz con documentos a la mano y voz calmada no exenta de indignación?
-Interbank, poderosa entidad que acopia dinero de los clientes, ¿no está en la obligación de verificar, ellos sobre todos, con qué clase de billetes trabajan y entregan a los clientes? A menos que sea nueva política, aprobada por la Superintendencia Nacional de Bancos, el que aleatoriamente se pague con billetes falsos y que si el usuario reclama, la respuesta es la misma: el banco tiene la razón, usted es un idiota olímpico.
Lo divertido del asunto es que usé para pagar la letra pendiente otros S/ 100 que navegaban solitarios en mi esquilmada billetera y pensé que con la reposición pagaba el taxi, compraba pan, mermelada y aún me quedaba para el día siguiente. Esto de ser independiente en Perú obliga a vivir con economía de guerra. Lo cierto es que volví a casa caminando, olvidé el pan y más aún la mermelada y al día siguiente estaba con la faltriquera -como los húmeros de Vallejo- a la mala.
Ignoro qué camino legal seguir porque ya sé que en la Superintendencia -pagada con el dinero de los bancos- van a postergar el reclamo para las calendas griegas o para cuando pase los seis decenios y el resultado será el mismo: ¡nada de nada y con la admonición: no sea estúpido, compruebe usted mismo los billetes!
¿No debería haber una Superintendencia del Cliente, con el objeto de castigar con multas millonarias a los bancos que entregan billetes falsos? Note el lector que el dinero fraudulento se quedó en Scotiabank porque "iba al BCR", según me dijeron y que volví a Interbank armado con mi sola palabra. Si en Perú la versión propia vale poco o nada, para los bancos no hay otra ley que la sola imposición de lo que dice la institución y entonces se "desestima" cualquier demanda.
No puedo quejarme de la cortesía excelsa de Interbank y la modernidad con que lo hicieron por vía email. Claro que el asunto llegó casi quince días después cuando estaba a la caza de otros dineros por cobrar y ante la consuetudinaria y remolona mala gana de clientes que exigen mucho pero que olvidan pagar a tiempo.
De ahora en adelante, aunque los que estén en la cola enfurezcan, voy a llevar un lente de aumento para auscultar con minuciosidad los billetes y si veo ¡una sola arruga!, me lo van a tener que cambiar aunque sean todos y cada uno de ellos. Esto último es una broma, mis cheques son siempre flacos, esmirriados, pero en tiempos de guerra ¡cualquier hueco es trinchera!
A los gerentes de Interbank y a los amables funcionarios de la agencia en Monterrico, les sugiero que den por descontado que les estoy haciendo un homenaje muy cálido y, sobre todo, oratorio, y dedicado a sus familiares más directos. Amén.
Señal de Alerta, 13-10-2014
http://www.voltairenet.org/article185561.html?var_mode=recalcul
