Continúan los cobros injustificados por los servicios de las empresas eléctricas Enel y Luz del Sur, las cuales argumentan que las normas las facultan a cobrar el promedio de los últimos meses debido al estado de emergencia, en el cual no envían personal de lectura de los medidores.
La norma dice promedio, pero estas malas empresas están facturando por montos que superan incluso dos, tres, cuatro y más veces los montos habituales, pese a que no ha habido incremento de las tarifas.
La actuación del Osinergmin para defender a los usuarios es muy deficiente, mientras la gente, con el azote del coronavirus que afecta económicamente a la mayoría de familias y negocios, está sufriendo las consecuencias, especialmente los pequeños negocios, porque se dio la posibilidad de que las viviendas reprogramen sus pagos.
El Congreso debería ser más previsor y eficiente fiscalizando estos abusos y deberían elaborar una norma que, aparte de una multa por malas facturaciones a estas empresas, establezca que sean sancionadas pagando un monto equivalente al doble del exceso que querían cobrar y que este importe sea abonado a los usuarios perjudicados, además de reembolsar el exceso mismo.