Levantamiento popular
El levantamiento popular viene socavando y demoliendo al viejo Estado peruano y los reaccionarios, oportunistas, que ciegos vienen dando zarpazos desesperados en sus malvados sueños por detener e impedir el desarrollo del mismo. El pueblo llama a: "A no dejar jamás las banderas del cambio de la estructura del estado opresor y vendepatria”; así vinieran las superpotencias, armadas hasta los dientes con sus poderosas armas, debemos saber lo que queremos y porqué luchamos, nada debe ni puede detenernos en el cumplimiento de los objetivos del pueblo de vivir con dignidad y nuestro derecho de tener salud, trabajo, educación de calidad, vivienda etc.
El Levantamiento Popular ha avanzado y también las FF. AA. genocidas que quieren aniquilarnos, el viejo Estado expresa desesperación en su guerra de baja intensidad prosiguen con sus planes de genocidio, el hecho es que no pudieron ni podrán detener el invencible levantamiento del pueblo; pese a la dictadura genocida y vendepatria, de las FF. AA. y de Alan Damián.
EL pueblo peruano organizado es el único y verdadero poder sobre la Tierra, siempre que esté dirigido por una organización. El avance del levantamiento popular atiza la polarización de la lucha de clases: Las luchas del pueblo con sus violentas manifestaciones masivas de obreros, ambulantes, trabajadores de construcción, desempleados etc., la polarización de las contradicciones de la gran burguesía entre sus facciones compradora y burocrática. Finalmente el levantamiento popular peruano vencerá inevitablemente y será un aporte decisivo al desarrollo de toda América Latina.
Carmen Rosa Jara Chagua
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Estimada Carmen Rosa:
Que el gobierno está en problemas es cierto; que da zarpazos, también, pero al aire (más son las cortinas de humos). Verdadero zarpazo hubo en 1986 cuando se ordenó el asesinato de 300 presos.
Si algo sobra en el Perú son los partidos y organizaciones sociales que de tiempo en tiempo se movilizan y protestan, pero no tienen la fuerza suficiente para derribar un gobierno. Tendrán que producirse situaciones políticas complicadas o graves errores del gobierno, pero ni eso está muy claro, porque ahora que existen gobiernos regionales ya pueden echarse la pelota con el gobierno central sobre problemas no resueltos o sobre actos de corrupción.
No se puede tildar de genocidas a nuestras fuerzas armadas. En las cortes se ventilan ciertos casos de violaciones de derechos humanos y es bueno que se sepa la verdad, pero eso no es justificación para generalizar y denigrar a toda la institución militar. Suponemos que si hay algunos corruptos en tu profesión no te gustaría que generalicen y te digan corrupta. Es necesario ser justos y respetuosos con todos los sectores de la sociedad.
Hablas de “FF. AA. genocidas” cuando ya pasó el tiempo en que —olvidando que mejor era castigar al enemigo chileno—peruanos mataban peruanos; hoy las fuerzas armadas no están en ningún afán genocida (para variar, podrías acusarlas de cualquier otra falta o delito).
En cuanto el título de genocida para Alan García es cierto que se le acusó de ser responsable de matanzas, pero mientras la justicia no le condene no podemos caer en ligerezas, menos para imputar un cargo tan serio como ese. No obstante, es necesario criticar las actitudes represivas y totalitarias que quiere ensayar nuestro Presidente.
Sin embargo, el genocidio existe, y ahorita; se produce cuando el gobierno aprista mantiene a millones de peruanos en la desnutrición, sin atención médica y sin posibilidad de comprar remedios; eso sí que es muerte lenta generalizada, eso es genocidio, pero silencioso, sin disparar un tiro. Eso es lo que se debe denunciar. Si toda la gente toma conciencia de esto, botará del poder al genocida solapado.
Sobre la lucha de clases, esos son viejos conceptos marxistas decadentes. Por el contrario, nos gustaría ser vehículo de la unión de clases, sólo así podría salir adelante nuestro país.
Es preciso recordar que los avances marxistas de grupos como Sendero Luminoso y el MRTA fueron aprovechados por los enemigos del país para sembrar el caos y la destrucción. ¿Quién fue el mayor perdedor con todo eso, acaso no fueron las clases pobres a las que tanto proclamaban reivindicar los comunistas? Pero mientras los dirigentes comunistas llevaban una buena vida, el campo se llenó de esqueletos de pobres peruanos a causa de esa insana aventura.
Además, hay que tener presente que nuestros enemigos chilenos fueron los grandes ganadores con la violencia: captaron las inversiones de las transnacionales y los buenos trabajos mientras que el peruano quedó desempleado y en la pobreza. No hay que descartar que los chilenos hayan sido la mano negra detrás de los terroristas, porque los comunistas chilenos no destruían a Chile, pero sí vinieron a destruir el Perú.
Te recomendamos reflexionar porque el llamamiento a la violencia es lo último que el Perú debería buscar. Pobres y ricos necesitamos la paz y la justicia, valores que te invitamos a ayudarnos promover.
Finalmente, te decimos que también hay que acordarse de la patria; además de denunciar lo malo que haga el gobierno, no hay que perder de vista la penetración económica del capital chileno, que nos está convirtiendo en colonia chilena, con la colaboración del gobierno. ¡Denuncia esa complicidad con los chilenos!
EL pueblo peruano organizado es el único y verdadero poder sobre la Tierra, siempre que esté dirigido por una organización. El avance del levantamiento popular atiza la polarización de la lucha de clases: Las luchas del pueblo con sus violentas manifestaciones masivas de obreros, ambulantes, trabajadores de construcción, desempleados etc., la polarización de las contradicciones de la gran burguesía entre sus facciones compradora y burocrática. Finalmente el levantamiento popular peruano vencerá inevitablemente y será un aporte decisivo al desarrollo de toda América Latina.
Carmen Rosa Jara Chagua
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Estimada Carmen Rosa:
Que el gobierno está en problemas es cierto; que da zarpazos, también, pero al aire (más son las cortinas de humos). Verdadero zarpazo hubo en 1986 cuando se ordenó el asesinato de 300 presos.
Si algo sobra en el Perú son los partidos y organizaciones sociales que de tiempo en tiempo se movilizan y protestan, pero no tienen la fuerza suficiente para derribar un gobierno. Tendrán que producirse situaciones políticas complicadas o graves errores del gobierno, pero ni eso está muy claro, porque ahora que existen gobiernos regionales ya pueden echarse la pelota con el gobierno central sobre problemas no resueltos o sobre actos de corrupción.
No se puede tildar de genocidas a nuestras fuerzas armadas. En las cortes se ventilan ciertos casos de violaciones de derechos humanos y es bueno que se sepa la verdad, pero eso no es justificación para generalizar y denigrar a toda la institución militar. Suponemos que si hay algunos corruptos en tu profesión no te gustaría que generalicen y te digan corrupta. Es necesario ser justos y respetuosos con todos los sectores de la sociedad.
Hablas de “FF. AA. genocidas” cuando ya pasó el tiempo en que —olvidando que mejor era castigar al enemigo chileno—peruanos mataban peruanos; hoy las fuerzas armadas no están en ningún afán genocida (para variar, podrías acusarlas de cualquier otra falta o delito).
En cuanto el título de genocida para Alan García es cierto que se le acusó de ser responsable de matanzas, pero mientras la justicia no le condene no podemos caer en ligerezas, menos para imputar un cargo tan serio como ese. No obstante, es necesario criticar las actitudes represivas y totalitarias que quiere ensayar nuestro Presidente.
Sin embargo, el genocidio existe, y ahorita; se produce cuando el gobierno aprista mantiene a millones de peruanos en la desnutrición, sin atención médica y sin posibilidad de comprar remedios; eso sí que es muerte lenta generalizada, eso es genocidio, pero silencioso, sin disparar un tiro. Eso es lo que se debe denunciar. Si toda la gente toma conciencia de esto, botará del poder al genocida solapado.
Sobre la lucha de clases, esos son viejos conceptos marxistas decadentes. Por el contrario, nos gustaría ser vehículo de la unión de clases, sólo así podría salir adelante nuestro país.
Es preciso recordar que los avances marxistas de grupos como Sendero Luminoso y el MRTA fueron aprovechados por los enemigos del país para sembrar el caos y la destrucción. ¿Quién fue el mayor perdedor con todo eso, acaso no fueron las clases pobres a las que tanto proclamaban reivindicar los comunistas? Pero mientras los dirigentes comunistas llevaban una buena vida, el campo se llenó de esqueletos de pobres peruanos a causa de esa insana aventura.
Además, hay que tener presente que nuestros enemigos chilenos fueron los grandes ganadores con la violencia: captaron las inversiones de las transnacionales y los buenos trabajos mientras que el peruano quedó desempleado y en la pobreza. No hay que descartar que los chilenos hayan sido la mano negra detrás de los terroristas, porque los comunistas chilenos no destruían a Chile, pero sí vinieron a destruir el Perú.
Te recomendamos reflexionar porque el llamamiento a la violencia es lo último que el Perú debería buscar. Pobres y ricos necesitamos la paz y la justicia, valores que te invitamos a ayudarnos promover.
Finalmente, te decimos que también hay que acordarse de la patria; además de denunciar lo malo que haga el gobierno, no hay que perder de vista la penetración económica del capital chileno, que nos está convirtiendo en colonia chilena, con la colaboración del gobierno. ¡Denuncia esa complicidad con los chilenos!