—Se trata de una sustancia química prohibida por el Protocolo de Montreal de 2010
—Los CFC son los principales culpables del agotamiento de la capa que protege de la radiación ultravioleta
Al menos entre el 40% y el 60% del incremento de las emisiones en los últimos años de CFC-11, un potente gas destructor del ozono atmosférico, proviene de la zona este de la China continental, según un estudio publicado en la revista Nature.El triclorofluorometano (CFC-11) es un gas de efecto invernadero cuyo uso industrial ha aumentado en Asia oriental desde 2013, a pesar de que el Protocolo de Montreal lo vetó en 2010. En concreto, entre 2014 y 2017 las emisiones de CFC-11 han aumentado cerca de 7.000 toneladas, procedentes del este de China, pese a que se trata de una sustancia química prohibida.A partir de la década de 1990, las concentraciones del producto en la atmósfera habían comenzado a decrecer, pero en los últimos años esa tendencia se ha frenado, si bien los organismos internacionales todavía no habían identificado el lugar concreto de donde procedían las nuevas emisiones.