Por José De Echave C.*
Pese a que en la actualidad se dice que las operaciones mineras toman todas las previsiones y que los mecanismos de fiscalización son más rigurosos, lo cierto es que hay varios ejemplos que muestran que no siempre es así. El reciente desastre ambiental en Cobriza asi lo demuestra.
CooperAcción, 26 de julio, 2019.- En medio del debate sobre el proyecto Tía María, una noticia no alcanzó la notoriedad debida. El pasado 10 de julio, la presa de relaves de la mina de Cobriza, ubicada en el distrito de San Pedro de Coris, provincia de Churcampa, en Huancavelica, colapsó, provocando un derrame de sustancias tóxicas sobre el río Mantaro. Como se sabe, el Mantaro, que nace en el límite entre Pasco y Junín y recorre desde la zona alto andina de la sierra central, hasta la Amazonía, es afluente del río Ene y el Amazonas.