El Daily Mail recogió las conclusiones de diversos expertos, quienes creen que la causa de la catástrofe apícola podría ser el empleo de pesticidas, que ocasionan el llamado Desorden de Colapso de las Colonias (CCD por sus siglas en inglés), que da lugar a un deterioro en la salud de estos insectos.
No obstante, los científicos no tienen la plena certeza de que esa sea la causa. Otros factores podrían ser parásitos que succionen los nutrientes del cuerpo de las abejas o infecciones.
Diversos estudios detectaron unos 121 tipos de pesticidas en muestras de abejas, cera y polen, por lo que se teme que estos químicos sean la clave del problema.
La mortandad es tal que algunos expertos predicen una extinción de las abejas.
En los EE. UU., tan sólo el último invierno, el número de panales se redujo en un 34%, según un censo del Servicio de Investigación en Agricultura de ese país, en el cual algunos apicultores experimentaron pérdidas de más del 6p% en un año.
En el Reino Unido hubo pérdidas de panales de hasta un tercio en los dos últimos inviernos.
De continuar esta mortandad las consecuencias en el mundo experimentaría un impacto en la alimentación y hasta en la industria textil, pues, por ejemplo, escasearía la alfalfa para el ganado, frutas, verduras, nueces, semillas aceiteras, algodón, etc. Incluso desaparecerían muchas flores silvestres y aves libres.
Se estima que las abejas significan 40 mil millones de dólares para la economía mundial. “Las abejas contribuyen a la seguridad alimentaria mundial y su extinción representaría un terrible desastre biológico, dijo Bernard Vallat, de la Organización Mundial para la Salud Animal.
La desaparición de las abejas de un panal se denomina el síndrome de “María Celeste”, pues los panales de pronto aparecen vacíos y sin rastros de abejas muertas.
Albert Einstein dijo que si las abejas desaparecen, al hombre sólo le quedarán cuatro años de vida.