PPK y los tres motivos del oidor
Por Humberto Campodónico
Las declaraciones de Pedro Pablo Kuczynski, citando al Barclays Bank, acerca del “sacudón que sufriría el Perú en los mercados financieros internacionales porque andan preocupados por el alza en las encuestas de la candidatura de Susana Villarán a la alcaldía de Lima”, no tuvieron un correlato en los diferentes mercados financieros.
Las declaraciones de Pedro Pablo Kuczynski, citando al Barclays Bank, acerca del “sacudón que sufriría el Perú en los mercados financieros internacionales porque andan preocupados por el alza en las encuestas de la candidatura de Susana Villarán a la alcaldía de Lima”, no tuvieron un correlato en los diferentes mercados financieros.
Ayer, los rendimientos de los bonos peruanos en el exterior se mantuvieron estables, de la misma manera que las acciones que cotizan en el exterior (ADR) de dos empresas peruanas: el BCP (subió de US$ 116.39 a 116.47) y Buenaventura (subió de US$ 41.65 a 41.70). En el plano interno, los boletines del Banco de Crédito no informaron sobre la noticia y la Bolsa de Valores continuó su tendencia alcista de las últimas semanas y ayer subió 1.48%, mientras que el tipo de cambio se mantuvo estable en S/. 2.79 por dólar.
Comentando a PPK, la propia Villarán dijo ayer: “Una candidatura vecinal nada tiene que ver con el manejo económico del país y en consecuencia no puede poner nerviosos a los inversionistas”.
Si esto es así —y lo es— entonces, ¿qué busca PPK, quien no es un ingenuo, al “levantar” el informe del Barclays Bank? Para nosotros, sucede que a PPK, y a un buen sector de la derecha económica, lo que le molesta es que el alza de Villarán revela que un sector importante de la población limeña está buscando nuevas alternativas, no haciéndoles caso a los “psicosociales” que tratan, por todos los medios, que esto no suceda.
No les gusta, por ejemplo, que Susana Villarán diga que “no tiene nada que ver con los lobbies”. Una expresión de este planteamiento es este: “no permitiré que hayan restaurantes, ni hoteles, ni nada en la Costa Verde, pues es de todos y no solo para el que pueda pagar. Eso es discriminación. Sí puede haber inversión en las partes altas, pero la orilla del mar es intocable. La playa es de todos” (El Comercio, 19/9/10).
Lo que temen es que el monopolio de 20 años del poder político, que está íntimamente ligado al poder económico, pueda verse cuestionado —no en estas elecciones vecinales— pero sí en las presidenciales del 2011. Por tanto, se trata de que esa alternativa “muera antes de que salga del huevo” (“il faut la tuer dans l’oeuf”, dicen los franceses), propiciando el triunfo de candidatos apoyados por ellos.
Para eso, todo vale, incluso las declaraciones de PPK que debieran considerarse como “terrorismo financiero” y ya dieron la vuelta al mundo. Frente a esto, ¿qué dicen las autoridades gubernamentales? El ministro de Economía debiera salir al frente y decir qué ha sucedido con los bonos del gobierno en el mercado internacional, así como en el mercado nacional.
Asimismo, el presidente del BCR debiera decirnos que el ente emisor va a seguir propiciando que “no haya volatilidad” en los mercados cambiarios y que nos va a defender de cualquier ataque especulativo internacional, ya que para eso sirven las reservas internacionales, que ya superan los US$ 34,000 millones.
En síntesis, PPK y el Barclays Bank quieren que nos comportemos como el Oidor Zárate, quien hacía todo lo que le decía el “Demonio de los Andes”, Francisco de Carbajal, por tres razones: por miedo, por miedo y por miedo. Habrá que demostrarles, en las urnas, que esos tiempos “ya fueron” y que ahora los limeños —y todos los peruanos— van a votar por los candidatos que ellos elijan, de acuerdo con sus programas y sus preferencias. Llegó la hora de levantar cabeza.
www.cristaldemira.com
Comentando a PPK, la propia Villarán dijo ayer: “Una candidatura vecinal nada tiene que ver con el manejo económico del país y en consecuencia no puede poner nerviosos a los inversionistas”.
Si esto es así —y lo es— entonces, ¿qué busca PPK, quien no es un ingenuo, al “levantar” el informe del Barclays Bank? Para nosotros, sucede que a PPK, y a un buen sector de la derecha económica, lo que le molesta es que el alza de Villarán revela que un sector importante de la población limeña está buscando nuevas alternativas, no haciéndoles caso a los “psicosociales” que tratan, por todos los medios, que esto no suceda.
No les gusta, por ejemplo, que Susana Villarán diga que “no tiene nada que ver con los lobbies”. Una expresión de este planteamiento es este: “no permitiré que hayan restaurantes, ni hoteles, ni nada en la Costa Verde, pues es de todos y no solo para el que pueda pagar. Eso es discriminación. Sí puede haber inversión en las partes altas, pero la orilla del mar es intocable. La playa es de todos” (El Comercio, 19/9/10).
Lo que temen es que el monopolio de 20 años del poder político, que está íntimamente ligado al poder económico, pueda verse cuestionado —no en estas elecciones vecinales— pero sí en las presidenciales del 2011. Por tanto, se trata de que esa alternativa “muera antes de que salga del huevo” (“il faut la tuer dans l’oeuf”, dicen los franceses), propiciando el triunfo de candidatos apoyados por ellos.
Para eso, todo vale, incluso las declaraciones de PPK que debieran considerarse como “terrorismo financiero” y ya dieron la vuelta al mundo. Frente a esto, ¿qué dicen las autoridades gubernamentales? El ministro de Economía debiera salir al frente y decir qué ha sucedido con los bonos del gobierno en el mercado internacional, así como en el mercado nacional.
Asimismo, el presidente del BCR debiera decirnos que el ente emisor va a seguir propiciando que “no haya volatilidad” en los mercados cambiarios y que nos va a defender de cualquier ataque especulativo internacional, ya que para eso sirven las reservas internacionales, que ya superan los US$ 34,000 millones.
En síntesis, PPK y el Barclays Bank quieren que nos comportemos como el Oidor Zárate, quien hacía todo lo que le decía el “Demonio de los Andes”, Francisco de Carbajal, por tres razones: por miedo, por miedo y por miedo. Habrá que demostrarles, en las urnas, que esos tiempos “ya fueron” y que ahora los limeños —y todos los peruanos— van a votar por los candidatos que ellos elijan, de acuerdo con sus programas y sus preferencias. Llegó la hora de levantar cabeza.
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