Nuevo “caballazo” para privatizar ENAPU
Por Humberto Campodónico
Las idas y venidas acerca del concurso para otorgar a privados el Terminal Norte de ENAPU no tienen cuándo acabar. Recordemos que en abril pasado, con el DS-019-MTC-2010, se “quitó” del proceso a ProInversión, otorgando al MTC la capacidad de decisión en el proceso. Poco después, ante las protestas generalizadas, la concesión se le “quitó” al MTC y se le devolvió esas facultades a ProInversión.
Por Humberto Campodónico
Las idas y venidas acerca del concurso para otorgar a privados el Terminal Norte de ENAPU no tienen cuándo acabar. Recordemos que en abril pasado, con el DS-019-MTC-2010, se “quitó” del proceso a ProInversión, otorgando al MTC la capacidad de decisión en el proceso. Poco después, ante las protestas generalizadas, la concesión se le “quitó” al MTC y se le devolvió esas facultades a ProInversión.
Luego, ProInversión estableció nuevas bases para el concurso, determinando que los operadores concursantes deberían cumplir el requisito de mover 10 millones de TEU anuales (cada TEU equivale a un contenedor de 20 pies cúbicos). Pero la semana pasada, después del ingreso de Ismael Benavides al MEF, ProInversión “bajó la valla” y ahora los concursantes solo necesitan acreditar mover el 10% de los 10 millones de TEUs.
Lo insólito del asunto es que las quejas llueven de todos lados, comenzando por Mario Arbulú, presidente de ENAPU, quien dijo que los cambios incumplen lo dispuesto por el MTC, ministerio que dicta la política portuaria: “Flexibilizar este requisito permite el ingreso de operadores regionales. Entonces ya no se asegura el ingreso de un operador de primera calidad mundial. Si nos equivocamos al elegir el postor, la equivocación va a durar 30 años. No podemos jugarnos el futuro del puerto del Callao”.
También se quejó el presidente de la Asociación de Agentes Marítimos, Ricardo de Guezala: “hay escasa transparencia y un injustificado apresuramiento. Así lo delata el hecho de que se esté concesionando el Terminal Norte sin un plan maestro, como lo exige la Ley de Puertos” (La República, 26/09).
También se quejó Maciek Kwiatkowski, gerente general del Muelle Sur del Callao, concesionado a Dubai Ports: “el riesgo es porque en este concurso no se han puesto restricciones a postores que tendrían interés que el Callao no sea un puerto “hub” (Gestión, 28/09/10). Añadió el gerente legal de Dubai, Francisco Román: “esto puede generar un conflicto de intereses con lo que le conviene al Perú” (ídem).
La cuestión es de la más alta importancia para el Perú. En el Callao hay dos empresas que están compitiendo: ENAPU, con el Terminal Norte y Dubai Ports, que ayer inauguró oficialmente el Muelle Sur. Pero sucede que los inversionistas quieren que se privatice el Terminal Norte de ENAPU para que todo el puerto quede en manos privadas.
Lo que quiere Dubai Ports es comprar el Terminal Norte, con lo cual tendríamos un monopolio privado. Los otros competidores también lo quieren, con lo que se instalaría un duopolio. En esta pugna de intereses, los diferentes ministros también se alínean, siempre a favor de uno u otro privado. En ningún caso se contempla la defensa de los intereses del país a largo plazo (no hay Plan Maestro).
Menos aún se contempla la participación de ENAPU que, en el mejor de los casos, tendría una participación en el directorio de la nueva empresa con solo el 10% de las acciones. Para justificar este planteamiento, se dice que ENAPU no tiene la capacidad para la inversión requerida de US$ 840 millones.
Falso, primero, porque la única inversión comprometida en las nuevas bases es de US$ 250 millones, siendo las demás “opcionales” y “sujetas a la demanda”. Falso, segundo, porque ENAPU tuvo utilidades de S/. 98 y 81 millones en el 2008 y el 2009 (a lo que se debe agregar los S/.110 millones anuales que se le obliga a pagar por pensiones de los jubilados —carga que no tienen las empresas privadas— todo para hacerla deficitaria), lo que indica que sí puede financiar esas inversiones y/o conseguir un socio financiero.
Conclusión: este nuevo “concurso” ratifica la voluntad del gobierno de privatizar ENAPU y el Terminal Norte, lo que ha despertado una pugna de intereses privados que deja de lado los intereses estratégicos del Perú. Estos son demasiado importantes en la era de la globalización y el alza del sudeste asiático, donde el puerto del Callao puede y debe jugar un rol decisivo en el Pacífico sudamericano. Es eso lo que está en juego.
www.cristaldemira.com
Lo insólito del asunto es que las quejas llueven de todos lados, comenzando por Mario Arbulú, presidente de ENAPU, quien dijo que los cambios incumplen lo dispuesto por el MTC, ministerio que dicta la política portuaria: “Flexibilizar este requisito permite el ingreso de operadores regionales. Entonces ya no se asegura el ingreso de un operador de primera calidad mundial. Si nos equivocamos al elegir el postor, la equivocación va a durar 30 años. No podemos jugarnos el futuro del puerto del Callao”.
También se quejó el presidente de la Asociación de Agentes Marítimos, Ricardo de Guezala: “hay escasa transparencia y un injustificado apresuramiento. Así lo delata el hecho de que se esté concesionando el Terminal Norte sin un plan maestro, como lo exige la Ley de Puertos” (La República, 26/09).
También se quejó Maciek Kwiatkowski, gerente general del Muelle Sur del Callao, concesionado a Dubai Ports: “el riesgo es porque en este concurso no se han puesto restricciones a postores que tendrían interés que el Callao no sea un puerto “hub” (Gestión, 28/09/10). Añadió el gerente legal de Dubai, Francisco Román: “esto puede generar un conflicto de intereses con lo que le conviene al Perú” (ídem).
La cuestión es de la más alta importancia para el Perú. En el Callao hay dos empresas que están compitiendo: ENAPU, con el Terminal Norte y Dubai Ports, que ayer inauguró oficialmente el Muelle Sur. Pero sucede que los inversionistas quieren que se privatice el Terminal Norte de ENAPU para que todo el puerto quede en manos privadas.
Lo que quiere Dubai Ports es comprar el Terminal Norte, con lo cual tendríamos un monopolio privado. Los otros competidores también lo quieren, con lo que se instalaría un duopolio. En esta pugna de intereses, los diferentes ministros también se alínean, siempre a favor de uno u otro privado. En ningún caso se contempla la defensa de los intereses del país a largo plazo (no hay Plan Maestro).
Menos aún se contempla la participación de ENAPU que, en el mejor de los casos, tendría una participación en el directorio de la nueva empresa con solo el 10% de las acciones. Para justificar este planteamiento, se dice que ENAPU no tiene la capacidad para la inversión requerida de US$ 840 millones.
Falso, primero, porque la única inversión comprometida en las nuevas bases es de US$ 250 millones, siendo las demás “opcionales” y “sujetas a la demanda”. Falso, segundo, porque ENAPU tuvo utilidades de S/. 98 y 81 millones en el 2008 y el 2009 (a lo que se debe agregar los S/.110 millones anuales que se le obliga a pagar por pensiones de los jubilados —carga que no tienen las empresas privadas— todo para hacerla deficitaria), lo que indica que sí puede financiar esas inversiones y/o conseguir un socio financiero.
Conclusión: este nuevo “concurso” ratifica la voluntad del gobierno de privatizar ENAPU y el Terminal Norte, lo que ha despertado una pugna de intereses privados que deja de lado los intereses estratégicos del Perú. Estos son demasiado importantes en la era de la globalización y el alza del sudeste asiático, donde el puerto del Callao puede y debe jugar un rol decisivo en el Pacífico sudamericano. Es eso lo que está en juego.
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