Economía USA: un debate que recomienza


Por Humberto Campodónico


¿Es que la expansión cuantitativa (EC) de centenas de miles de millones de dólares que propone el Banco Central de los EE. UU. va a tener, o no, un impacto inflacionario? ¿Es que esta misma EC va a ser capaz de reactivar —o no— la economía de los EE. UU.? ¿Es que la reciente devaluación del dólar va a acentuarse con la EC y, por tanto, provocar devaluaciones competitivas en otros países que lleven a guerras comerciales?


Estas preguntas han dado lugar a un importante e interesante debate entre los economistas que colaboran con La República, a raíz del artículo “Una maquinita no hace verano” publicado hace dos días.

Dice Oscar Dancourt que los pronósticos de los principales economistas apuntan a que la EC no va a causar inflación porque el alto desempleo existente, así como la virtualmente inexistente alza de los costos salariales, indica un sesgo antiinflacionario en la economía. Y agrega: “En una economía como la de los EE. UU. si los salarios no suben, los precios tampoco. Y los salarios no van a subir porque hay un desempleo del 10% de la fuerza laboral (o del 17% si incluimos a los que trabajan a medio tiempo pero quieren trabajar a tiempo completo). El problema inmediato enlos  EE. UU., como antes en Japón, es la deflación”. 

Por tanto, el comentario que hicimos sobre el hecho de que la EC estimularía a los inversionistas a “invadir” los mercados de commodities (petróleo, minerales y productos agrícolas) elevando artificialmente estos precios —como sucedió desde fines del 2007 hasta el reventón de la burbuja a mediados del 2008— no se materializaría.

Otro tema en debate tiene que ver con el efecto positivo, o no, de la EC en la reactivación de la economía. Aquí existe consenso en los economistas keynesianos que hubiera sido preferible un segundo estímulo fiscal, que no es posible debido a la situación política en los EE. UU., donde los republicanos posiblemente reviertan la mayoría demócrata.

Hay que agregar que las aguas de la EC han sido poco recorridas hasta el momento. Dice Dancourt: “Está por verse si funcionará o no. No hay experiencia sobre el punto pero la tasa de interés de corto plazo está en cero y allí no hay nada que hacer. Para que funcione, creo que la oferta de préstamos al sector real tiene que aumentar notablemente y las tasas de interés de largo plazo, bancarias y no bancarias, tienen que bajar mucho. La experiencia de Japón con la deflación y recesión dice que lograr eso no es nada fácil. Los bancos y similares se pueden quedar con la liquidez excedente”.

Para Nouriel Roubini, la EC tendría muy poco impacto: “El problema es que los fracasos de Obama lo han dejado con el Fed como único apoyo. Y el Fed se la está jugando por más EC, que debe ser anunciada este miércoles. Pero los estudios demuestran que tendrá muy poco efecto en el crecimiento de la economía USA en el 2011. Es por eso que la política fiscal debiera hacer parte del trabajo para que evitemos una recesión con doble zambullida” (“Una presidencia que se encamina a un descarrilamiento fiscal”, Financial Times, 28/10/10).

También entra al debate el impacto de la EC sobre el valor del dólar. Dice Dancourt que “está claro que los especuladores anticipan que esta EC en los EE. UU. depreciará el dólar y eso es lo que viene pasando”. Y agrega que es importante seguir discutiendo sobre el rol de las tasas de interés en esa depreciación.

Lo que nos lleva a las devaluaciones competitivas y las guerras comerciales. Dice el Premio Nobel Joseph Stiglitz:  “Luego tenemos la devaluación competitiva, que significa que tasas de interés más bajas podrían llevar a un tipo de cambio del dólar más bajo.

Pero para que eso suceda los otros países deben aceptarlo. Y ellos están diciendo que no lo harán, que entrarán a una guerra de monedas con nosotros, y eso puede ser aún peor” (“Los argumentos de Stiglitz para más estímulo”, Washington Post, 30/10/10).
Como se aprecia, recomienza la discusión sobre la crisis sistémica. Y debe seguir.

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