Aranceles: el gobierno contra los industriales

Por Humberto Campodónico


Por cuarta vez en este gobierno, el MEF ha decretado una rebaja de aranceles, que alcanza a 3,401 partidas, con lo cual el arancel promedio baja de 5% a 3.4%. Por cuarta vez, también, se violan los “Lineamientos de Política Arancelaria” del propio MEF, pues allí se dice que esta medida debe ser consultada con los gremios empresariales.
 
Perú 2006-2010: Importaciones, ingresos arancelariosy pérdidas (en US$ millones y %)
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Además de inconsulta, esta rebaja unilateral es una burla al propio proceso de negociación de los Tratados de Libre Comercio, la Biblia neoliberal. En efecto, ¿para qué pasarse años negociando rebajas de aranceles con la contraparte cuando, poco tiempo después, seguimos bajando los aranceles sin que ellos rebajen nada? Absurdo.

No solo eso. Dice el ministro Ismael Benavides que la rebaja ayudará a combatir la inflación de alimentos importados y, además, que reducirá los precios de las mercancías importadas.

Falso. En una estructura de mercado oligopólica lo que va a suceder es que los importadores tendrán en sus bolsillos el arancel que antes recaudaba el Estado, los precios no se moverán y el público seguirá pagando lo mismo, lo que ya ha sucedido en el mercado farmacéutico. Por eso el Indecopi acaba de abrir una investigación contra siete cadenas de farmacias por concertación de precios (www.cristaldemira.com, 18/12/2010).

Agrega el MEF que la rebaja abaratará las importaciones de insumos y bienes de capital. Pero sucede que las importaciones en el Perú ya avanzaban a velocidad de crucero desde el 2004 debido al crecimiento económico y no necesitaban un “estímulo” adicional.

Otrosí. La revaluación de la moneda nacional desde el 2004 opera en los hechos como una rebaja arancelaria pues reduce el monto en soles del valor importado. Así, el tipo de cambio promedio en el 2004 fue de S/. 3.41/dólar. Al devaluarse el dólar, la apreciación del sol ha sido grande. Por ejemplo, la apreciación del 2008 y el 2009 (versus el 2004) fue 14% y 12%, mientras que la del 2010 es 17%. ¿Para qué, encima, se rebaja el arancel?

La rebaja también disminuye la recaudación tributaria, justo cuando esta debe aumentar. Veamos. En el 2006, antes de que comiencen las rebajas, la tasa de recaudación fue de 5.85% (ver cuadro). Poco a poco se ha reducido y en el 2010 solo llegará al 2.24%.

Para calcular la pérdida primero hay que saber cuánto se hubiera recaudado con el arancel promedio “antiguo” de 5.85% (ver línea 4). La pérdida (línea 5) fue más de US$ 1,000 millones en el 2008 y en el 2010. Así, del 2007 al 2010 la Sunat ha dejado de recaudar más de US$ 3,193 millones. Dicho de otro modo, ahora se recauda 0.5% del PBI menos que en el 2006 (Nota 1).

Como se aprecia, los argumentos oficialistas sobre las “bondades” de la rebaja de aranceles no resisten el menor análisis. Lo que asombra —ahora que se habla de la necesaria competitividad “a la Michael Porter”— es la manera tan fácil como el gobierno ningunea a los industriales y sus gremios (que son los que producen y emplean gente) mientras que favorece a los importadores (Falabella, Ripley, medicamentos y cualquier otro). Esos son los grupos de interés que “se la llevan”.

Al hacerlo, “nuestro” gobierno promueve el empleo en el extranjero y no en el Perú. Ojalá que eso termine en abril del 2011.

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