El Banco de los pobres llega a EEUU
Por Humberto Campodónico
Uno diría que es mentira, pero es verdad. Justo cuando el sistema financiero de EEUU atraviesa muy serios problemas debido a la crisis de los bonos hipotecarios basura, un banco de Bangladesh, el Grameen Bank, ha decidido entrar al mercado de la primera potencia capitalista del mundo. Su fundador, el Premio Nobel Muhammad Yunus, dice que esta crisis es el mejor momento porque hace claramente visible que el sistema financiero "tradicional" no es perfecto.
Muhammad Yunus |
Uno diría que es mentira, pero es verdad. Justo cuando el sistema financiero de EEUU atraviesa muy serios problemas debido a la crisis de los bonos hipotecarios basura, un banco de Bangladesh, el Grameen Bank, ha decidido entrar al mercado de la primera potencia capitalista del mundo. Su fundador, el Premio Nobel Muhammad Yunus, dice que esta crisis es el mejor momento porque hace claramente visible que el sistema financiero "tradicional" no es perfecto.
El enfoque bancario de Yunus es simple: "todos los seres humanos son susceptibles de crédito. Pero sucede que centenas de millones de pobres del mundo no tienen acceso porque no tienen suficientes ingresos o porque no tienen títulos de propiedad que respalden el préstamo que necesitan. Lo que hemos hecho es invertir el enfoque: el que menos tiene es el que más necesita. Por eso, no es la persona la que va al banco, es el Grameen Bank el que va a la persona".
Su éxito se aprecia con las siguientes cifras: comenzó en 1976 con préstamos de 27 dólares a 45 mujeres de Bangladesh. En el 2006, el Grameen tenía una cartera de préstamos de US$ 6,500 millones a 7 millones de personas, los que son atendidas por 12,000 empleados.
El enfoque de Yunus "bypassea" la premisa central de Hernando de Soto, quien afirma que la clave es el otorgamiento de derechos de propiedad a los pobres, para que puedan ser sujetos de crédito. Para Yunus, el tema es otro: se trata de confiar en los seres humanos: "les decimos que pueden disponer de un pequeño capital para que pongan un negocio. Y nuestra experiencia es que el 99% paga el préstamo que les damos".
No solo eso: "nuestros préstamos se han dirigido en un 90% a mujeres, porque son las que mejor administran los recursos escasos ya que ven más el largo plazo, pues saben lo que es la inseguridad. Quieren seguridad para que sus hijos crezcan y estudien". Normalmente, la tasa que se cobra es de 15% y, ojo, no se firma ningún documento legal entre el Grameen y los prestatarios porque el sistema está basado en la confianza mutua y la solidaridad. ¿Qué dirán los neoliberales?
El Grameen Bank hace ya buen tiempo que se "internacionalizó", pues hoy existe (bajo imitación o convenio) en 46 países, entre ellos 3 de América Central: Honduras, Guatemala y Costa Rica. Dice Yunus que en EEUU el Grameen puede tener éxito. "Si no, dice, miremos la cantidad de casas de empeño y de préstamos informales. A algunos les parece normal pero no lo es, pues cobran tasas del 150 a 200% anual".
Según Jonathan Morduch, experto en microfinanzas de la Universidad de Nueva York, en EEUU cerca de 28 millones de personas no tienen cuenta bancaria y 44.7 millones tiene solo un acceso muy limitado a las instituciones financieras. Esto se debe a problemas de acceso al crédito y, también, porque no tienen confianza en el sistema financiero tradicional (Financial Times, 16/2/2008). Estos ciudadanos de segunda clase son el "mercado" del Grameen.
El Perú tenía uno de los sistemas cooperativos y de mutuales más grandes de América Latina. Pero los neoliberales, bajo Boloña, lo liquidaron en 1991-92 tomando como excusa… la hiperinflación del primer gobierno de García. Desde entonces, se ha avanzado algo con las Cajas Rurales y Municipales, pero las tasas que se cobran a los microempresarios siguen en 50% anual. Por eso, no nos vendría nada mal hacerle una "reingeniería" total al Programa Juntos (que hoy otorga S/. 100/mes con el compromiso de que los niños vayan al colegio y se vacunen) para que siga el ejemplo del Grameen.
Ciertamente, uno de los objetivos de Yunus es terminar para siempre con los programas sociales. Dice que esos programas son útiles mientras haya pobreza. Lo que el Grameen Bank quiere es que cada ciudadano genere su pan de cada día, con su empleo y/o con su microempresa, y no tenga que depender de programa social alguno. De repente lo logra en EEUU, ¿por qué no en el Perú?
Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com
Su éxito se aprecia con las siguientes cifras: comenzó en 1976 con préstamos de 27 dólares a 45 mujeres de Bangladesh. En el 2006, el Grameen tenía una cartera de préstamos de US$ 6,500 millones a 7 millones de personas, los que son atendidas por 12,000 empleados.
El enfoque de Yunus "bypassea" la premisa central de Hernando de Soto, quien afirma que la clave es el otorgamiento de derechos de propiedad a los pobres, para que puedan ser sujetos de crédito. Para Yunus, el tema es otro: se trata de confiar en los seres humanos: "les decimos que pueden disponer de un pequeño capital para que pongan un negocio. Y nuestra experiencia es que el 99% paga el préstamo que les damos".
No solo eso: "nuestros préstamos se han dirigido en un 90% a mujeres, porque son las que mejor administran los recursos escasos ya que ven más el largo plazo, pues saben lo que es la inseguridad. Quieren seguridad para que sus hijos crezcan y estudien". Normalmente, la tasa que se cobra es de 15% y, ojo, no se firma ningún documento legal entre el Grameen y los prestatarios porque el sistema está basado en la confianza mutua y la solidaridad. ¿Qué dirán los neoliberales?
El Grameen Bank hace ya buen tiempo que se "internacionalizó", pues hoy existe (bajo imitación o convenio) en 46 países, entre ellos 3 de América Central: Honduras, Guatemala y Costa Rica. Dice Yunus que en EEUU el Grameen puede tener éxito. "Si no, dice, miremos la cantidad de casas de empeño y de préstamos informales. A algunos les parece normal pero no lo es, pues cobran tasas del 150 a 200% anual".
Según Jonathan Morduch, experto en microfinanzas de la Universidad de Nueva York, en EEUU cerca de 28 millones de personas no tienen cuenta bancaria y 44.7 millones tiene solo un acceso muy limitado a las instituciones financieras. Esto se debe a problemas de acceso al crédito y, también, porque no tienen confianza en el sistema financiero tradicional (Financial Times, 16/2/2008). Estos ciudadanos de segunda clase son el "mercado" del Grameen.
El Perú tenía uno de los sistemas cooperativos y de mutuales más grandes de América Latina. Pero los neoliberales, bajo Boloña, lo liquidaron en 1991-92 tomando como excusa… la hiperinflación del primer gobierno de García. Desde entonces, se ha avanzado algo con las Cajas Rurales y Municipales, pero las tasas que se cobran a los microempresarios siguen en 50% anual. Por eso, no nos vendría nada mal hacerle una "reingeniería" total al Programa Juntos (que hoy otorga S/. 100/mes con el compromiso de que los niños vayan al colegio y se vacunen) para que siga el ejemplo del Grameen.
Ciertamente, uno de los objetivos de Yunus es terminar para siempre con los programas sociales. Dice que esos programas son útiles mientras haya pobreza. Lo que el Grameen Bank quiere es que cada ciudadano genere su pan de cada día, con su empleo y/o con su microempresa, y no tenga que depender de programa social alguno. De repente lo logra en EEUU, ¿por qué no en el Perú?
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