Chile: “Mucho Gusto” con el delirio

Michelle Bachelet

Es necesario frenar la exportación de productos peruanos con etiquetas chilenas

Dentro de su plan de latrocinio de tierra, mar, denominaciones y productos del Perú, el gobierno chileno se había apropiado del nombre “Mucho Gusto” para promocionar sus alimentos y gastronomía en el portal de su ministerio de Agricultura, dirigido por Marigen Hornkohl, una de las piratas de escasa inteligencia que encabeza el robo de la papa, el pisco, etc.


Esta vez, a diferencia, por ejemplo, del pisco, el Perú ya había registrado la propiedad intelectual del nombre, por lo que, viéndose perdidos, los chilenos finalmente retiraron de su portal, muy a su pesar, el nombre “Mucho Gusto”, el cual habían pirateado no sólo por falta de imaginación, sino por tratar de perjudicar al Perú confundiendo al público internacional sobre las bondades de la gastronomía y producción alimentaria peruanas.

Lo más sorprendente y terriblemente ridículo de la campaña chilena es que en su portal se presenten como “potencia alimentaria”, lo cual pinta de cuerpo entero el delirio de grandeza o megalomanía del gobierno chileno.

Chile es un país con una costa estrecha, con una sierra agreste (casi despoblada) y de pequeños valles, con un sur horriblemente helado, con un desértico norte robado al Perú y Bolivia, y para colmo, se debate entre sequías e inundaciones y entre sembríos malogrados por cenizas volcánicas que hasta obligan a sus poblaciones a huir. ¿Cómo así osan llamarse “potencia alimentaria”, haciendo el ridículo internacional?

Ni Brasil, ni siquiera Argentina, con sus inmensas y productivas pampas se ha atrevido a tanto, pese a que otros países la han denominado “granero del mundo”. En realidad no sabemos si lo que los chilenos más provocan es risa o pena.

Esta conducta de los sureños se parece mucho a lo descrito por los neurólogos en sus nuevos hallazgos sobre los mitómanos o mentirosos. Los científicos han determinado que en los mentirosos el lóbulo frontal presenta mayor cantidad de sustancia blanca, en lugar de la gris, que es la responsable de las funciones más nobles y refinadas del cerebro. No sólo eso, han llegado a establecer que los mentirosos más incorregibles llegan al punto de creer en la “verdad” de sus propias mentiras, alejándose de esta manera de la realidad y entrando en el terreno de la psicopatología.

Así, los chilenos, en su afán de regar mentiras por el mundo, al más puro estilo propagandístico primitivo de los nazis, cuyo lema era “miente, miente, que algo queda”, no bajan la guardia en su campaña de desinformación internacional para:
  • Engañar sobre los límites con el Perú.
  • Robar productos y denominaciones peruanas para perjudicarnos y confundir al mundo.
  • Difundir propaganda denigrante contra los peruanos y contra sus ciudades (recordemos el infame video que pasaba Lan en sus aviones).
Además de ser una actitud enfermiza, debemos estar atentos, porque esas ansias que tienen de venir al Perú para promover la “integración”, que es apoyada por sus sirvientes en el Perú, también tiene la malsana intención de comprar productos originarios del Perú y exportarlos con etiqueta chilena, como ya están haciendo con muchos de ellos.

Por eso vienen con sus lobbies a promover “unirnos” para el comercio con el Asia. En su delirio, la Bachelet llegó a decir que quería “vender” al Perú y otros países al Asia*. ¿Será el Perú una mercancía y sus habitantes seremos retrasados mentales que debamos ser “vendidos” por países de la catadura de Chile? ¿Por qué tenemos que integrarnos con un país que nos roba territorios y mucho más?

Desde la corrupta dictadura fujimontesinista, los chilenos han incursionado en el Perú en el área de agroexportación. Muchos productos peruanos de gran calidad, como paltas, uvas, espárragos, aceitunas, etc., son etiquetados por ellos como si fuesen originarios de Chile y llevados a países como Estados Unidos, donde desde hace varios años mienten sobre el origen peruano de esas delicias y hacen creer que son de Chile. Están abusando de las facilidades que se les da; lo más sano sería que se vayan del Perú y que no vengan más estas despreciables personas. Definitivamente, un país decente y de buena fe como el Perú no debe asociarse con otros que tienen ya prontuario conocido y gente de costumbres inmorales apoyada en sus aberraciones y malicia por su gobierno, como lo hace Chile.

El Perú posee una biodiversidad que debe ser protegida en todos sus aspectos. Además, nuestra gastronomía, cuya gran calidad es reconocida en todo el mundo, tiene como origen no sólo el buen gusto de los peruanos y siglos de tradición (en la que confluyen múltiples orígenes: español, nativo, chino, africano y de otras etnias europeas, asiáticas y semitas), sino que se sustenta en la biodiversidad y sabores que ningún otro país tiene.

Entre tanto, urge una legislación como la que ya existe en otros países, que impida exportar productos nacionales con rótulos de otros países, como hacen los chilenos. Todo producto de la tierra peruana debe conservar el rótulo correspondiente a su origen: Perú. Chile pretende presentarse como “potencia alimentaria” vendiendo la producción de sus vecinos; ya es tiempo de frenar sus prácticas reñidas con la transparencia, la ética y el respeto. ¿Qué pasa con la Adex que no ordena la exportación de manera limpia? ¿También allí están penetrando los piratas del sur?

Puesto que los chilenos han comprado terrenos en el Perú con fines maliciosos, una nueva la ley debe contemplar:
  • La obligación de todo extranjero que haya comprado tierras de convertirse en agroexportador peruano, a menos que venda en el mercado nacional.
  • Prohibir que se exporten productos agrícolas en bruto a ningún país, la selección, limpieza y envasado debe realizarse en el Perú. Este valor agregado debe dar mano de obra a los peruanos, además, la SUNAT recaudaría más tributos.
Para empeorar la situación, Alan García, pisoteando al Congreso y al Perú, a escondidas del país firmó el TLC con Chile, ante el cual, ni siquiera los políticos que se dicen nacionalistas han sido capaces de realizar siquiera un plantón ni de iniciar una acción de inconstitucionalidad, tranquilos aceptan que García los trate como descerebrados. ¿Es esa la clase política que el Perú se merece? Definitivamente, la ciudadanía tiene que castigar a los vendepatrias de la política, pues su traición e incapacidad huele a coima. Se necesita renovar la clase política con gente honesta para el 2011.
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* Ver: La jefa de la banda quiere “vender” países vecinos al Asia.