Argentina: se hunde el buque insignia
por Humberto Campodónico
La nacionalización de las AFJP que ha propuesto Cristina Kirchner es un golpe directo al corazón de las reformas neoliberales de Carlos Saúl Menem. La Presidenta ha dicho que el sistema estaba quebrado y que el Estado debía pagar cuatro mil millones de pesos (US$ 1,300 millones) adicionales cada año para sostener las pensiones de publicación mínima de las AFJP.
Dic-05 | Set-07 | Oct-08 | Pérdida 2008 vs 2007 | |
Inversiones totales | 32.2 | 62.0 | 47.1 | -14.9 |
Inversiones en la BVL | 11.5 | 25.9 | 11.7 | -14.6 |
Las críticas no se han hecho esperar. Se afirma que, en realidad, el gobierno pretende apropiarse de los aportes de los futuros jubilados para hacer frente a problemas relacionados con el pago y la refinanciación de la deuda externa renegociada en el 2005. Dice Bloomberg que Argentina tiene que renegociar US$ 20,000 millones de los bonos del 2005 y pagar US$ 6,700 millones que le debe al Club de París.
Pero Cristina dice que esta decisión se toma "en un contexto de crisis financiera en que los países industrializados están tomando medidas para proteger a sus bancos, mientras que en Argentina, esta medida es para proteger a nuestros jubilados y trabajadores". Agrega que va a haber un "fuerte manejo profesional de los fondos, con intervención del Banco Central, los sindicatos, la Unión Industrial Argentina (SNI en el Perú) y la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES)".
El sistema privado de pensiones de capitalización individual, más conocido como AFP, comenzó en Chile en los años 70, bajo Pinochet, y se extendió también a Bolivia, El Salvador, México Perú y Uruguay. Existen fuertes críticas, siendo una de ellas el elevado monto que tiene que pagar el público para que "le administren" su dinero.
Dice el Banco Mundial que el sistema privado solo "resuelve" el problema de los que tienen trabajo, pero deja sin soporte económico para los años de vejez al resto de la población, que es la mayoría. Por eso, el BM recomienda una reforma integral del sistema de pensiones que incorpore varios pilares (eso ni siquiera se planteó cuando se derogó aquí la 20530). Uno de ellos debe cubrir de manera obligatoria a la población que no tiene acceso al trabajo formal, sobre todo en el agro y, también a las amas de casa (Michelle Bachelet lo acaba de lograr en Chile).
Todas esas críticas son absolutamente válidas para el Perú. A lo que se agregan otras, de las cuales se habla poco. Así, por ejemplo, el superintendente de Banca y Seguros, Felipe Tam, dijo en julio pasado que dos AFP han sido sancionadas por "malas prácticas". Pero hasta ahora no se sabe cuáles son. ¿Por qué? (ver "Adopte una AFP", www.cristaldemira.com, 4/10/08).
Pero quizá lo principal es que las AFP han perdido cerca de S/. 15,000 millones desde setiembre del 2007 al 10 de octubre del 2008 (ver cuadro). Casi toda es atribuible al dinero colocado en la Bolsa de Valores de Lima, pues allí la pérdida es similar a la pérdida total. A esta pérdida hay que agregarle los S/. 4,000 millones anuales de aportes nuevos que hacen los futuros jubilados y que aumenta el valor del Fondo, con lo cual la pérdida bordea los S/. 19,000 millones. ¿Por qué tanta pasividad gubernamental?
Las AFP dicen que no hay que preocuparse porque "las inversiones son de largo plazo", pero la verdad es que el dinero de la jubilación no debe ir así a la timba de la BVL. Eso debe cesar. Más aún cuando los administradores de las AFP siguen obteniendo utilidades que superan los S/. 200 millones anuales, pues siguen cobrando sus altísimas comisiones. Para ellos no hay crisis ni pérdidas. No puede ser.
Para terminar, la medida argentina tendrá que ser evaluada en su contexto y con sus propios argumentos, pro y contra. De lo que no cabe duda es de que en esta época de cambios mundiales aquí necesitamos, ya, una reforma integral del sistema de pensiones, privado y público. Si no lo hacemos de manera ordenada, quizá el día menos pensado se nos aparezca, sin previo aviso, el modelo argentino.
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