Una ola de protestas sacude a todo el Perú en repudio al presidente Ollanta Humala, por sus promesas incumplidas y en especial contra e la Ley de Servicio Civil, que mutila los derechos de los trabajadores estatales, y la ley de reforma universitaria.
En el centro de Lima, un grupo de estudiantes universitarios se enfrentó con piedras y palos a la policía en el jirón Ayacucho, cerca del Mercado Central, tras romper el cordón policial en su intento de llegar hasta el Congreso.
Otra manifestación de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) se enfrentó con la policía en la avenida Abancay, que fue reprimida con bombas lacrimógenas, lo cual causó congestión vehicular.
En Arequipa, más de cinco mil trabajadores estatales bloquearon las calles del centro de la ciudad.
En Iquitos, un gran número de empleados del sector público se apostó a pocos metros de la sede del Poder Judicial, donde luego de un diálogo con el presidente de dicha corte, Wilbert Mercado, se movilizaron llevando consigo a una trabajadora encadenada a una cruz y en ropa interior.
En Piura, un policía y varios trabajadores resultaron heridos, luego de que los manifestantes intentaran atravesar el centro de la ciudad por la calle Libertad hacia el centro de la plaza, donde fueron repelidos con balas, pero recibieron palazos y golpes de los manifestantes.
En Huancayo, estudiantes de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP) protagonizaron un enfrentamiento con la policía en rechazo al proyecto de ley de reforma universitaria.
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