Solo considera un gasto de S/. 284 mensuales para definir la línea de pobreza, pero no “las privaciones” como el déficit calórico y la falta de acceso a servicios básicos. Hay personas excluidas y programas sociales sin público objetivo, concluyó en un estudio el investigador de la UP.
El presidente Ollanta Humala declaró ante el mundo que la inclusión social “le ha cambiado el rostro al Perú”. La pregunta es ¿cuál es el nuevo rostro? o ¿qué ve él como líder del país? Porque una reciente investigación de la Universidad del Pacífico (UP) da cuenta de una realidad adversa al discurso que brindó en la Cumbre APEC 2013, en Indonesia.
Es cierto que hay un segmento de la población urbana que se está beneficiando con el crecimiento económico de las últimas décadas.
Y ahora no solo tienen un carro o una casa, sino dos o más propiedades. Pero “los más pobres todavía no están ni bien identificados ni —en consecuencia— bien atendidos”, explicó Enrique Vásquez, investigador de la UP y autor del documento “Las políticas y programas sociales del gobierno de Ollanta Humala desde la perspectiva de la pobreza multidimensional”.
Como se desprende del título de su estudio, Vásquez propone al Gobierno que utilice el concepto de “pobreza multidimensional”, porque la “pobreza monetaria” solo pone como referencia el consumo de una canasta familiar de S/. 284 mensuales: dependerá de si pasas o no esa cifra para definirte como pobre. Y, con ese dato, los encargados de desarrollar las políticas sociales “no pueden hacer mucho”. Y, peor aún, en el Ministerio de Inclusión Social —según el investigador de la UP— “no hay gestores sociales”, que es lo más urgente en el país.
En cambio, la pobreza multidimensional toma en cuenta “las privaciones” que padecen los ciudadanos y que nos les permite alcanzar una mejor calidad de vida. Una persona puede ganar más de S/. 284 mensuales, pero sus necesidades pueden quedar intactas. Y eso se refleja —según el estudio— en el déficit calórico, la matrícula infantil, el nivel de escolaridad familiar, la asistencia a servicios de salud, el acceso a agua, desagüe y luz, y la calidad del combustible de cocina y el piso de la vivienda.
El Gobierno sostiene que existen 7.8 millones de pobres en el país (una tasa de 25.8%). Pero según el enfoque multidimensional existen 11.2 millones de pobres (una tasa de 36.6%). Para Vásquez, estas cifras explican el descontento social ante el crecimiento económico, porque “hay personas que no están siendo incluidas y son justamente los pobres multidimensionales”.
“En las zonas rurales de la Sierra y la Selva está habiendo un problema de infelicidad en términos de no acceder a los beneficios de este crecimiento. Éste se concentra mucho en las zonas urbanas, y eso es muy bueno y se felicita, pero los más excluidos que eran la bandera de lucha del gobierno, ¿dónde están?”
La pregunta era necesaria: ¿Es un Gobierno de inclusión o exclusión social? “Yo creo que es un Gobierno que está ciego en el sentido de no definir adecuadamente la población objetivo", respondió Vásquez. "Porque si tú quieres ser un Gobierno de inclusión social primero debes definir a quiénes tienes que incluir. Y, desde nuestro punto de vista, eso no se logra con la pobreza monetaria, sino con la pobreza multidimensional”.
Si no hay un público objetivo, ¿a dónde apuntan los programas sociales? Al ensayo error o al gasto a ciegas. Eso se desprende del estudio de Vásquez, quien anota que se han perdido S/. 900 millones en el 2012 por una mala gestión de la política social. Lo que pasa es que hay un alto porcentaje de filtración en los programas sociales
En otras palabras, hay millones de personas que reciben algún beneficio y no lo necesitan. Y cuando eso sucede, es lo mismo decir que hay un número similar de gente que vive excluida.
Vásquez es firme en su propuesta: “Tenemos que cambiar la lucha contra la pobreza monetaria a la lucha contra la pobreza multidimensional. Teniendo claras estas dimensiones, el que toma las decisiones del Gobierno puede saber con precisión cómo está mejorando o desmejorando el logro de la lucha contra las privaciones”.
La Primera, Lima 17-10-2013
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