arrozDe eliminarse la Franja de Precios, único mecanismo de protección que hoy tiene la agricultura nacional para hacer frente a las importaciones subsidiadas, en sus países, como el arroz, maíz, azúcar y leche, las perdidas serán siempre para los productores nacionales y los consumidores de los sectores socioeconómicos BCDE (la mayoría de peruanos), quienes verán reducir o eliminar el consumo de dichos productos y con ello aumentar la desnutrición, advierte la Asociación Peruana de Granos y Cereales (APEGRACE).

 

Eliminar la Franja de Precios, en nuestra agricultura, jamás será punto de partida para ayudar a la competitividad como quieren hacer creer a la población; la competitividad es resultante de factores económicos, tecnológicos, sociales y políticos. Económicos, produciendo a menores costos - del crédito, de los insumos -cosa que no existe por cuanto pagamos los más altos intereses en la región; tecnológicos, produciendo mas kilos por hectárea -con asistencia técnica y nuevas tecnologías - que tampoco existe y mucho menos es promovida por los gobiernos; sociales, produciendo con tranquilidad -la inseguridad social y jurídica en el campo avanza incontenible - y políticos -evitando que nuestras autoridades sigan enrareciendo el clima y con ello ahuyentando para nuevas inversiones, etc.

Los productores de arroz representamos 75 mil familias peruanas; 50 mil somos pequeños productores conformante del bolsón de pobreza y extrema pobreza en pleno el siglo 21; somos a quienes el crecimiento económico no les ha reportado beneficio alguno como también quieren seguir haciendo creer a la población. El cultivo del arroz marca la miseria o tranquilidad social y económica de muchos valles del país; por ejemplo Tumbes, Piura, Lambayeque, San Martin, Amazonas, Jaén, Arequipa, etc, explica el ingeniero Olegario Angulo Gonzáles, presidente de APEGRACE.

Exhortó a las autoridades del poder ejecutivo, del legislativo, personalidades políticas, voceros e importadores de alimentos, que tengan en cuenta que la producción agrícola no es de la noche a la mañana; los productores siembran y después de seis meses ven sus resultados y es así, como los arroceros sembramos teniendo como referente la Franja de Precios para proteger nuestros precios y no seguir acumulando mas perdidas. La predictibilidad es una variable propia de economías sanas y estables y también de una verdadera democracia; pareciera que esto último poco importa a quienes hoy dirigen el país.

Afirmar que la Franja de Precios encarecen los productos para los consumidores es la gran mentira; esto nos trae a la memoria aquellos años cuando vía precios de garantía y refugio sirvieron para expoliar las riquezas de los productores y quebrar al agro nacional; solo fueron beneficiados los comerciantes e importadores y personajes allegados al poder de turno, ¿queremos repetir la negra historia?. Si ahora quieren repetir la historia del pasado, entonces habremos entendido que el poder sigue siendo manejado por los grupos económicos e importadores a costa de seguir empobreciendo a las mayorias y ensanchando las brechas de exclusión y miseria, sostuvo.

Específicamente para los productores de arroz con SOLO ELIMINAR LA FRANJA DE PRECIOS A INICIOS DE LA GRAN CAMPAÑA ARROCERA representara PERDIDAS EN EL ORDEN DE 250 MILLONES DE NUEVOS SOLES.

"Afirmamos que la eliminación de la Franja de Precios beneficia a importadores y grandes mayoristas del arroz; estos últimos ganan en promedio 1.27 soles/kilo, es decir 70 % del precio que paga el consumidor de arroz; el productor después de 06 meses y con riesgos solo gana S/. 0.20 por kilo. Señores ¿quien juega al mercantilismo puro? Los productores o los importadores/comerciantes mayoristas?. Señores, hoy con FRANJA DE PRECIOS se le paga al productor por su arroz blanco 1.53 soles/kilo", dijo.

Eliminar la franja de precios solo estará arruinando al productor de arroz y aumentando las ganancias de los grupos importadores y comerciantes mayoristas/molineros, a quienes no basta con regalarles casi 200 millones de soles como crédito fiscal sino también, un adicional de 115 millones por pago a la importación. Es decir el jugoso botín es de 320 millones, finalizó.