agua canoPara contrarrestar este problema la CCL plantea promover economías de escalas entre las Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento (EPS). Para que Sedapal acceda al mercado de capitales local e internacional requiere profesionalizar y transparentar su gestión.

Actualmente la población en el país padece de grandes diferencias en el acceso al agua potable, tanto en cobertura como en calidad de servicio, en zona urbana y rural, regiones naturales y población pobre y no pobre, advirtió el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima.

De acuerdo con el INEI, en el 2015 se registró que 87,9% de los hogares del país cuentan con abastecimiento de agua mediante una red pública, pero si se observa por región natural, la selva solo alcanza el 74,1%.

"Esta realidad muestra que hay dos temas por resolver, el urbano y el rural, que si bien estas soluciones debe partir de políticas comunes también requieren de un tratamiento de acuerdo a sus propias características", manifestó César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP-CCL.

En ese sentido, para el ámbito urbano, el IEDEP planteó promover economías de escala entre las 51 empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS) a fin de reducir el coste medio de tal servicio. Actualmente las EPS están en manos de los municipios y operan a pequeña escala, por lo cual debe considerarse la posibilidad de su privatización.

"Ante la restricción de financiamiento para sus operaciones se deben buscar otras alternativas como son obras por impuestos, previa una revisión de la política tarifaria", señaló Peñaranda.
En el caso de Sedapal, ante la dificultad política de privatizarla y para que pueda acceder a financiamiento, el economista recomendó profesionalizar y transparentar su gestión a fin de acceder al mercado de capitales local e internacional.

En tanto, para el ámbito rural consideró que es urgente incrementar la inversión en agua y sobre todo saneamiento, acompañada de políticas de educación sanitaria e higiene. "En las zonas rurales el 52,9% de los hogares emplean el agua para dar de beber a los animales domésticos y el 45,8% a los animales de crianza", refirió el economista.

Resaltó que según cifras del INEI del 2015, entre los hogares pobres el 65,7% (4,5 millones de personas) se abastecen de red pública dentro de la vivienda mientras el 15,7% (alrededor de un millón de personas) consume agua de río, acequia o manantial.

Respecto a la población en pobreza extrema el 54,0% se abastece de red pública dentro de la vivienda y el 29,5% consume agua de río, acequia o manantial. En el caso de los hogares no pobres solo el 4,0% consume de estas fuentes de agua.

Sobre el servicio de saneamiento apenas el 35,4% de la población pobre tiene servicio de desagüe por red pública de alcantarillado dentro de su vivienda y el 18,4% no cuenta con dicho servicio, es decir que perjudica a 1,2 millones de personas que están expuestas a distintos tipos de riesgo que pueden afectar la salud de dichos hogares.

"Si se analiza por regiones naturales se observa que mientras el 87,2% de los hogares de la costa cuenta con tal servicio, en la sierra y selva la cobertura se reduce a 56,7% y 47,5%, respectivamente", anotó Peñaranda.