— Es importante potenciar las asociaciones pública-privada (APP) y las obras por impuestos (OxI) en sectores como energía y transporte

Es necesario que se solucionen los conflictos sociales sobre todo en los proyectos minero-energéticos para impulsar la inversión, que es uno de los pilares de la reactivación económica, la que no se logrará si no se trabaja simultáneamente en la productividad e institucionalidad del país.

“Existen regiones como Cajamarca y Apurímac en donde se registran los mayores proyectos de inversión por US$ 11.382 y 10.603 millones, respectivamente, montos que representan 2,6 y 4,6 veces el PBI de dichas regiones” resaltó César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima.

Por esta razón recomienda aumentar el Fondo de Adelanto Social (FAS), para financiar la mejora de la infraestructura y los servicios básicos, que no existen o son inadecuados en los lugares más pobres donde precisamente están ubicados dichos proyectos. De esta manera se haría eco de las demandas de las comunidades y se atenuaría la negativa de la población a las inversiones minero-energéticas.

“Para el presente año se estima un crecimiento económico de 2,3%, tasa insuficiente para generar mayor empleo y reducir la pobreza. La inversión privada y pública muestran una caída o un crecimiento casi nulo en el último año, y en lo que va del primer trimestre 2017 se han contraído en 5,6 y 16%, respectivamente”, agregó César Peñaranda.

En esta coyuntura es importante potenciar y dinamizar las asociaciones pública-privada (APP) y las obras por impuestos (OxI) tomando en cuenta las principales brechas de infraestructura en áreas como energía (US$ 32,987 millones) y transporte (US$ 20.935 millones).

“Es fundamental priorizar algunos proyectos grandes que son más faciles de ser destrabados, además de incorporar los que promueve ProInversión”, agregó Peñaranda.

Pilares de la reactivación

Sin embargo, la inversión es sólo un pilar de la reactivación económica, pues simultáneamente debe incrementarse la productividad y consolidar la institucionalidad; todo ello preservando la estabilidad macroeconómica.

Para impulsar la productividad y competitividad se requiere de una acción conjunta del sector público y privado para mejorar las prácticas competitivas del país, así como reforzar la institucionalidad, la infraestructura, la educación y la innovación.

“Hay que tener presente que en el último Reporte de Competitividad Global 2016-2017, el Perú retrocedió hasta la posición 67 entre 138 países. Como tal, es necesario que el gobierno potencie el Consejo Nacional de Competitividad y Formalización” señaló Peñaranda.

Por esta razón es imperativo que los tres poderes del Estado busquen consolidar la institucionalidad. Esto pasa por realizar la reforma integral del Estado, para lo cual se plantea formar un Consejo de Estado que se dedique exclusivamente a este tema. Este Consejo debiera estar integrado por el Presidente de la República, que lo lideraría, además de los presidentes del Congreso de la República, de la Corte Suprema de Justicia, del Tribunal Constitucional, y el Fiscal de la Nación. A la Presidencia del Consejo de Ministros le correspondería actuar como secretaria técnica.

“Sin embargo, nada de esto será posible si no se preserva la estabilidad macroeconómica, y se pone particular atención en las finanzas públicas”, concluyó el economista.