Recientemente, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) publicó su Reporte de Competitividad Global 2017-2018, en el cual se mide qué tan competitivas son las naciones (137 en total), mediante una serie de indicadores y variables relacionadas a las instituciones, políticas y factores que influyen en la productividad de cada país.

 

De acuerdo a los resultados, este año, el Perú se ubicó en el puesto 72, retrocediendo cinco lugares respecto al resultado del año pasado, cuando se ubicó en el puesto 67. Sin embargo, a pesar del descenso nuestro país mantiene posiciones destacables. Por ejemplo, en el pilar relacionado al entorno macroeconómico, el Perú se ubica en el puesto 37, superado únicamente por Panamá (11) y Chile (36) a nivel latinoamericano.
En el reporte del WEF se indica que algunos de nuestros puntos fuertes en este aspecto son el bajo nivel de deuda y la calificación crediticia.

Desarrollo del Mercado Financiero

Otra de nuestras fortalezas señaladas en el reporte es la relacionada al desarrollo del mercado financiero local. Así, el Perú se sitúa en el puesto 35 en el mencionado pilar, nuestra mejor ubicación dentro de todos los puntos evaluados. Particularmente, destaca el aspecto relacionado a la integridad y confianza en el sistema financiero, en donde nuestro país se posicionó en el puesto 21. Dentro de ello, dos de los factores más sobresalientes para el caso peruano fueron las de “solvencia de los bancos” y el “grado de protección de los derechos de los depositantes y deudores del sistema financiero”. Además, respecto a la eficiencia del mercado financiero peruano (puesto 56 en el ranking), otro factor dentro del pilar de desarrollo del mercado financiero, nuestro país tuvo detalles a resaltar por su ubicación en el ranking, como: facilidad de acceso al financiamiento, costo accesible y facilidad para acceder a servicios financieros.

“Otra de nuestras fortalezas señaladas en el reporte (de competitividad global) es la relacionada al desarrollo del mercado financiero local. Así, el Perú se sitúa en el puesto 35 en el mencionado pilar, nuestra mejor ubicación dentro de todos los puntos evaluados”

Estos resultados son el reflejo de que en nuestro país existen en la actualidad las condiciones necesarias para el desarrollo de la industria financiera, con altos niveles de competencia entre las entidades, y con un adecuado marco regulatorio y de supervisión (código de protección al consumidor y el futuro reglamento de Gestión de Conducta de Mercado del sistema financiero que entrará en vigencia en noviembre próximo, Fondo de Seguro de Depósitos, libertad en la determinación de las tasas de interés, entre otros).
Gracias a ello, se han logrado importantes avances en el sector en cuestión, como incrementar el nivel de inclusión y penetración financiera, ampliar la red de canales de atención a muchos más lugares, implementar nuevas formas de conectividad con la banca (banca por internet, billetera móvil).

Posición en el ranking global.

De otro lado, a nivel global, el ranking de competitividad fue liderado nuevamente por Suiza, seguido de Estados Unidos y Singapur. Completan los primeros cinco lugares Holanda y Alemania. Chile fue el país latinoamericano mejor ubicado en el referido ranking, ya que se situó en el puesto 33, mientras que el de peor ubicación fue para Venezuela con el puesto 127.

Entre los países latinoamericanos evaluados para el mencionado reporte (17), Perú fue el de sexto mejor desempeño. La posición final de nuestro país fue el puesto 72, retrocediendo cinco escalones en comparación con el ranking del año pasado, según se señaló al inicio del presente artículo. Cabe precisar que desde el 2012 a la fecha, la ubicación de Perú en dicho ranking cayó del puesto 61 al actual 72.

“Entre los países latinoamericanos evaluados para el mencionado reporte (17 en total), Perú fue el de sexto mejor desempeño.”

Respecto al lugar ocupado en el más reciente ranking, el reporte del WEF señala que la competitividad de nuestro país se vio afectada por los casos de corrupción descubiertos en los últimos doce meses relacionados a la constructora brasileña Odebrecht, factor que golpeó el pilar relacionado a las instituciones, fundamental para el cálculo del índice de competitividad.

Instituciones peruanas, las más golpeadas

De manera más detallada, pueden distinguirse hasta tres elementos que justifican el descenso en el referido ranking, todas relacionadas al pilar de las instituciones peruanas: primero, en el ámbito relacionado a la ética y corrupción de las instituciones públicas se observa un fuerte deterioro en el punto “pagos irregulares y sobornos”, en donde caímos del puesto 70 el año pasado al puesto 89; segundo, también se observa un desmejoramiento en el punto “favoritismo en las decisiones de los servidores públicos”, en donde la caída fue de catorce lugares al puesto 114; y tercero, respecto a las instituciones privadas, se advierte un declive en el punto “comportamiento ético de las firmas”, al pasar del puesto 101 al 121.

Asimismo, en otro punto del reporte de competitividad global, se presentan cuáles son los factores más problemáticos para realizar negocios en el Perú, siendo el principal la corrupción, seguido de la burocracia gubernamental y más atrás las tasas impositivas. Otros problemas que detecta el informe son la inadecuada infraestructura existente en el país, la regulación laboral restrictiva, la delincuencia y la mano de obra educada inadecuadamente, entre los más importantes. Entre los factores menos problemáticos se encuentran la regulación cambiaria, el sistema de salud, la inflación y la inestabilidad política.

Comentarios Finales

Respecto a la caída en el último ranking de competitividad global del WEF, lamentablemente los escándalos de corrupción destapados en los últimos 10 meses relacionados a Odebrecht han sido determinantes en el descenso mencionado. En ese sentido, es momento de que la sociedad, y la clase política en particular, condene y sancione de una vez por todas todo tipo de actividad ligada a actos de corrupción, debido al elevado costo económico que éste puede causar en el país. Como se desprende del reporte, la corrupción es el factor más problemático para hacer negocios en el Perú, ya que estimula las imperfecciones en el mercado.

De otro lado, estamos convencidos de que si bien el avance ha sido claro y evidente en lo referido al desarrollo del sistema financiero, aún queda mucho camino por recorrer. Por ello, es importante continuar por dicha senda y no implementar medidas populistas y sin rigor económico que pudieran afectar lo ganado hasta el momento. Particularmente, pensamos que si se llegase a implantar topes a las tasas de interés, muchas personas de bajos ingresos que con gran esfuerzo han logrado insertarse en el sistema financiero quedarían excluidas del mismo.

En vez de ello, las autoridades deberían centrar sus esfuerzos en promover medidas que beneficien realmente a los usuarios. Por ejemplo, políticas que reduzcan la informalidad o estrechen las brechas de productividad y pobreza, ya que éstas ayudarían a reducir los riesgos y costos operativos que son parte fundamental de la composición de la tasas de interés que cobran las entidades financieras por los préstamos que brindan. En esa misma línea, también sería de mucha ayudar continua impulsando decididamente programas de educación y alfabetización financiera en todos los rincones del país.
Con medidas de este tipo se enfrentan grandes problemas estructurales de nuestro país, y se impactaría significativamente en el nivel de inclusión financiera, generando importantes beneficios de la población.