Por la incertidumbre e inestabilidad. “Si no hay señales claras y precisas de parte del Gobierno, la mayoría de empresas invertirán solo lo indispensable para atender el incremento de la demanda actual”, refirió el presidente del Comité de Confecciones de la ADEX, César Tello.  También enfrentan el incremento de los fletes marítimos y el alto precio del algodón.
 
La incertidumbre e inestabilidad política siembran dudas en gran parte de los exportadores del sector confecciones, quienes no pueden asegurar sus inversiones de largo plazo, abriendo la posibilidad de perder buenas oportunidades comerciales, manifestó el presidente del Comité de Confecciones de la Asociación de Exportadores (ADEX), César Tello.

 

trabajadores textiles algodon

“El 2021 terminará bien debido a la recuperación de la demanda internacional, para el 2022 hay buenas perspectivas, sin embargo, preocupa el mediano y largo plazo porque desde el Gobierno no se están dando señales concretas a fin de garantizar las nuevas inversiones”, indicó.
 
Tello opinó que, si no hay señales claras y precisas de parte del Gobierno, la mayoría de empresas invertirán solo lo indispensable con el propósito de atender el incremento de la demanda actual. “Hemos tenido capacidad ociosa por mucho tiempo y poco a poco nos estamos recuperando, pero las cifras acumuladas muestran que aún estamos muy lejos de los valores exportados en el 2007 y 2008”, puntualizó.
 
Más inconvenientes
Otros problemas que enfrenta el sector son el alza de los fletes marítimos y el alto precio del algodón que se triplicó en el caso de la variedad Supima (fibra extralarga) y casi se duplicó en el caso de las fibras largas (Upland/Tangüis).
 
La menor disposición de algodón de fibra extra larga es un problema mundial. En 2021 se registró una notable disminución del área sembrada en Estados Unidos (el mayor exportador mundial de algodón) y también en Perú.
 
“Las grandes marcas tienen proveedores en todo el mundo, los confeccionistas peruanos no jugamos solos, si intentamos trasladarles todo el incremento de los costos, ellos podrán optar por otros países como Vietnam, Bangladesh, India, Indonesia o Sri Lanka que tienen una mano de obra más competitiva; además de zonas francas en las cuales no se pagan algunos impuestos, leyes y un tipo de cambio pro exportador”, mencionó.
 
Señaló que si bien hace algunos años se instaló la Mesa Textil, impulsada por el Ministerio de la Producción, debido a la pandemia esta quedó paralizada y ahora más que nunca resulta indispensable reactivarla para identificar estrategias conjuntas entre el Estado y el Sector Privado, que apuntalen a la cadena textil-confecciones.
 
“Consideramos gravitante que el Estado comprenda la realidad del sector y su potencialidad, al ser generador de divisas y altamente empleador de la fuerza laboral, el sector de prendas de vestir genera 329 nuevos empleos por cada millón de dólares exportados”, comentó.
 
Mercados
EE. UU. se mantiene como el principal destino de las confecciones peruanas, mientras que Canadá, tiene potencial pese a tener menos población. Chile es interesante al igual que Brasil, pero el ‘gigante sudamericano’ devalúa su moneda y hace difícil la exportación.