La falta de microchips a nivel mundial sigue castigando a la industria automovilística de España, que prevé un "año negro" por los problemas en la cadena de suministros, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), en el mes de octubre se matricularon un total de 59.044 vehículos en todo el país.
Esto supone un descenso del 20,5 por ciento respecto al mismo mes de 2020 y del 37 por ciento respecto a 2019. En lo que va de año, entre enero y octubre, se vendieron casi 707.000 unidades, un 5,6 por ciento más que en 2020, pero un 33 por ciento menos que en 2019.
UN AÑO NEGRO
Ante estos datos, que alejan cualquier esperanza de recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia, los fabricantes subrayan que la industria no afronta un problema de demanda, sino de oferta. Es decir, hay gente dispuesta a comprar coches, pero no capacidad para fabricarlos.
"Las matriculaciones continúan en caída libre en un contexto en el que no hay oferta para atender la demanda por la crisis global de los chips. Esto provoca que las entregas de los pedidos que tramitan las redes de distribución se prolonguen hasta los seis u ocho meses de media", explica Tania Puche, portavoz de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam).
En un comunicado difundido por la entidad, Puche destaca que esta situación "no tiene visos de mejoras al corto plazo", lo que difumina cualquier horizonte de recuperación para el sector. "Las previsiones apuntan a que 2021 va a ser otro año negro para la automoción tras el zarpazo de la pandemia, con unas cifras de cierre por debajo de las 900.00 unidades, cuando nuestro mercado natural ronda los 1,2 millones", añade.
SIGUEN LOS PARONES
Mientras tanto, en las fábricas sigue el goteo de malas noticias. Este miércoles una de las plantas de Ford en España (concretamente la de Almussafes, en Valencia) volvió a anunciar un parón de la producción por la falta de semiconductores. La fábrica, que ya estaba parada al completo desde el 2 al 5 de noviembre, también parará la próxima semana, del 8 al 12.
Estos parones son una escena ya recurrente. La factoría de Stelllantis (en la ciudad gallega de Vigo) comenzó el mes de noviembre con el anuncio de dos días de parones en la cadena de producción del Peugeot e-2008 y el Citröen C-Elysée, una nueva interrupción que llega un mes después de que la dirección anunciara su decisión de prescindir de 700 y 900 trabajadores tras pasar más de 50 jornadas con la fábrica parada en lo que va de año.
Según cálculos publicados a principios de septiembre por la consultora AutoForecast Solutions, la carencia de circuitos integrados hizo que en España se dejaran de fabricar más de 100.000 vehículos. En cuanto al empleo, la Unión General de Trabajadores (UGT) calcula que esos problemas de suministro, junto a la crisis por la pandemia de covid-19, ya supusieron la pérdida de 200.000 trabajos eventuales y otros 15.000 fijos en la industria automovilística desde 2020.
"El desabastecimiento de vehículos por la crisis de los microprocesadores que está golpeando a la industria desde hace meses sigue explicando el nivel de matriculaciones tan bajo que registra el mercado automovilístico", lamentó este martes Raúl Morales, director de comunicación de FACONAUTO –la patronal de los concesionarios– tras conocerse la caída en el dato de ventas del mes de octubre.
CAMINO A LA DESCARBONIZACIÓN
Pese a las malas perspectivas por los parones de producción, los últimos datos permiten vislumbrar un pequeño rayo de luz para la industria del automóvil en el largo plazo: el camino hacia la descarbonización de la movilidad sigue su rumbo, abriendo oportunidades de negocio.
A diferencia del resto de combustibles, la venta de vehículos electrificados creció en España en octubre, alcanzando las 24.854 unidades comercializadas, frente a las 19.124 del mismo mes en 2020 (un aumento del 29,9 por ciento). Esto supone además un crecimiento de un 84,5 por ciento respecto a 2019, el último año normal antes del COVID-19.
En el acumulado del año los vehículos eléctricos o híbridos también crecen. Durante los diez primeros meses de 2021 se vendieron 238.103, un 76.32 por ciento más que los 135.044 comercializados en todo 2020
Estos datos dibujan una perspectiva favorable para el desarrollo del proyecto estratégico del Gobierno de España para impulsar la producción de vehículos eléctricos, un plan que cuenta con una dotación de 24.000 millones de euros públicos para el periodo 2021-2023.
Según los planes del Gobierno, este proyecto transformará el sector automovilístico para ganar soberanía industrial y que el coche eléctrico represente hasta el 15 por ciento del PIB para 2030.
Mientras tanto, la industria, con cientos de miles de puestos de trabajo en juego, se verá obligada a compaginar ese proceso de transformación con los esfuerzos para sobrevivir a la crisis de los microchips, que de momento no ofrece indicios para pensar que se superará pronto.
Con información de Sputnik