Se calcula que en 2026 habrá 1.000 millones de clientes de 'video on demand' en todo el mundo. Las cadenas deberán "renovar" su público para sobrevivir al imparable aumento de hogares con acceso a contenidos de pago.

Se estima que en América Latina el número de suscripciones a servicios de video y TV de paga para el 2024 llegue a los 93,7 millones. ¿Matará el streaming a la televisión? La profesora colaboradora de los Estudios de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Elena Neira, considera que hablar de su muerte es “muy exagerado” aunque sí opina que, con las plataformas en auge y con Twitch creando nuevas maneras de comunicar, deberá “adaptarse y renovar sus audiencias”. Con Netflix como la preferida para ver series, películas o documentales a demanda. “Todos los estudios constatan la fuga de gran parte de la audiencia de la televisión hacia las plataformas de streaming”, asegura Neira, que también apunta a que este tipo de empresas audiovisuales no ofrece datos de qué perfil es el que más consume este tipo de contenidos.

 

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Las encuestas muestran claramente que la televisión sigue atrayendo a la población más envejecida. Son los mayores de 64 años los que más la ven. Fue un año pandémico, que provocó la vuelta de muchos ciudadanos a este consumo para seguir en directo las novedades de la pandemia. No obstante, también las plataformas como HBO o Amazon Prime notaron cómo se dispararon las altas en sus servicios ante el confinamiento provocado por el virus. “La pandemia permitió un acercamiento de esas demografías más adultas a consumos bajo demanda, tanto en servicios de televisión a la carta como de plataformas de streaming”, explica la experta. A nivel internacional, auguran que Disney+ sobrepasará a Netflix en 2025 y alcanzará los 284 millones de cuentas. En total, los clientes de este tipo de contenido audiovisual serán de 1.000 millones en todo el mundo en 2026, la mayor parte en Estados Unidos y China.
 
El “picoteo” de los jóvenes
Los más jóvenes también se decantan por otras maneras de estar frente a la pantalla, ante videojuegos, redes sociales o en Twitch. El “solapamiento” con la televisión, dice Neira, es “menos evidente” porque este público lleva más tiempo “desconectado” del audiovisual más tradicional. Según Twitch, el 70% de su audiencia tiene entre 16 y 34 años, aunque la experta considera que se trata de una audiencia “más volátil”. “Los jóvenes no tienen un medio de entretenimiento predilecto, sino que picotean y se acercan al que más les interesa”, apunta. Un ejemplo de cómo también eligen la televisión cuando lo que emite les interesa, es cómo siguen el reality ‘La isla de las tentaciones’. “Eso de que los jóvenes no quieren televisión lineal ni en pintura no es 100% cierto”, ratifica. La tendencia en aumento de Twitch no va a cambiar, opina la investigadora, y lo que sí se notará es un cambio en sus contenidos y formas a través, dice, “el desarrollo de nuevas disciplinas de comunicación”.
 
Peso cultural y penetración
“La televisión todavía tiene un peso cultural tremendo y una penetración cercana al 100% de la población”, destaca la profesora de la UOC, que considera que esta característica la hace tener una “enorme tracción”. Es el público maduro, de entre 45 y 64 años, el target más numeroso e importante para la llamada ‘caja tonta’ y mantuvo un consumo de casi 5 horas diarias durante el año pasado. El anterior grupo de edad, entre 18 y 39 años, volvió a engancharse a la tele durante los meses más duros de la pandemia. Con décadas de historia e instalada como un hábito social más, el principal reto que tiene por delante, señala Neira, es “renovar sus audiencias” y, para ello, aconseja “adaptarse” a las nuevas tendencias y sacar partido de los formatos que no tienen alternativa en las plataformas en streaming, como, menciona, el entretenimiento o la información en directo.