La Asociación de Productores de Soja de Brasil (Aprosoja), la principal representante del sector, acusó este martes a la Unión Europea (UE) de ejercer "proteccionismo disfrazado de preocupación ambiental", como reacción a la medida anunciada por el bloque de restringir la importación de commodities agrícolas para intentar contener la deforestación.
En un comunicado, la asociación calificó la medida de "proteccionismo comercial disfrazado de preocupación ambiental" y de "insulto a la soberanía nacional".
Aprosoja recordó que lleva años trabajando para que la industria europea acepte el Código Forestal brasileño de 2012 como "regla suficiente", ya que en su opinión es una ley única en el mundo, porque obliga a cada productor a preservar la vegetación nativa de entre el 20 y el 80 por ciento del territorio de sus propiedades.
Además, lamentó que las exigencias de la UE se apliquen de manera genérica a toda la soja producida en Brasil, independientemente de si será consumida por animales en el país sudamericano o si se exportará a China, por ejemplo.
Los productores de soja creen que "el objetivo de los europeos siempre fue la Amazonía y sus riquezas", y agregan un planteamiento similar al expresado por el presidente Jair Bolsonaro recientemente, cuando dijo que la selva está igual que en 1500, año en el que Brasil fue "descubierto".
"Hoy se sabe que más del 80 por ciento del bioma se encuentra preservado, tal cual los europeos lo encontraron cuando colonizaron el país", defienden, ignorando las altas tasas de deforestación de los últimos años.
Los productores de soja brasileños afirman que respecto a la deforestación ya se están tomando medidas, y que recientemente se anunció el avance del plazo para acabar con la práctica ilegal, de 2030 a 2028.
El sector de la soja cree que con eso basta, a pesar de que la realidad de los datos apunta en otra dirección.
"Si eso (el compromiso anunciado) no es suficiente, podemos concluir que las intenciones de la UE no tienen que ver con la preservación ambiental, sino con un intento de ejercer barreras comerciales contra productores de alimentos en Brasil para proteger a los agricultores de esos países", destacan en el comunicado.
La situación descrita por los productores contrasta con los datos oficiales que elabora el Gobierno sobre deforestación.
La semana pasada, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), informó que entre agosto de 2020 y julio de 2021 el área deforestada en la Amazonía superó los 13.000 kilómetros cuadrados, lo que representa un aumento del 22 por ciento respecto al periodo anterior.
Con información de Sputnik