Los laboratorios y canales de distribución de medicamentos han asumido los sobrecostos de la producción y distribución de medicinas originada por la inflación y otros factores, para que este aumento no sea trasladado al consumidor final
La Sociedad Nacional de Industrias indicó que la propuesta que impondría un tope de precios a los medicamentos para tratar el COVID-19 representaría una medida innecesaria pues la industria nacional no ha incrementado los precios de los medicamentos, y a pesar de que factores externos, como la inflación, han subido los precios de los insumos, tanto los laboratorios como los canales de distribución (boticas y farmacias) han asumido estos sobrecostos y así no trasladar este aumento de precio al consumidor.
El gremio señaló que la atención del sistema de salud público se ha reducido para las enfermedades distintas a COVID-19, lo que está generando un problema de abastecimiento y rotación de productos en los hospitales y centros de salud. Ante esa situación, las personas terminan acudiendo a los puntos de venta de medicinas, lo que genera un mayor gasto de bolsillo para las familias y una resolución parcial o baja de sus problemas de salud.
En ese sentido, el Comité de Fabricantes de Productos Farmacéuticos de la SNI indicó que la industria farmacéutica en el Perú está trabajando arduamente para garantizar el abastecimiento de medicinas en la actual tercera ola y rechazaron enfáticamente que se esté dando una concertación de precios, ya que existen más de 80 proveedores nacionales e internacionales. Por el contrario, señalaron que “aplicar un control de precios sí podría llevar a una situación contraproducente que perjudicaría a los usuarios”.
Los fabricantes de productos farmacéuticos reafirmaron que la industria nacional siempre apoyará una distribución eficiente de los productos farmacéuticos, para beneficio de los peruanos. Asimismo, seguirán apoyando todos los esfuerzos del sector público y privado para afrontar la pandemia y garantizar el acceso de las personas a las medicinas.