En junio del 2018, Southern Copper firmó un contrato para la adquisición del proyecto Michiquillay en Cajamarca. La compañía ha creado un equipo directivo multidisciplinario para planificar el desarrollo de este proyecto. Como parte de este plan, ha establecido puntos de contacto con las autoridades locales y regionales y las comunidades para promover programas de desarrollo sostenible en el área. El año pasado, firmaron acuerdos sociales con las comunidades Michiquillay y Encañada y ahora anuncian que su programa de exploración en profundidad iniciará, si todo sale como lo han planeado, este primer semestre de 2022.
Los acuerdos sociales con las comunidades de Michiquillay y Encañada representan “una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los residentes de esas comunidades a través de firmes programas sociales y están respaldados por un marco sólido de trabajo técnico a nivel del proyecto”, explicó la minera de Grupo México.
Michiquillay es un proyecto minero de clase mundial con un estimado de material mineralizado de 1,150 millones de toneladas con una ley de mineral estimada de 0.63%. Cuando esté desarrollado, Michiquillay producirá 225,000 toneladas de cobre al año (junto con subproductos molibdeno, oro y plata) con una vida de mina inicial de más de 25 años a un costo en efectivo competitivo.
Southern estima que requerirá de una inversión de aproximadamente US$2,500 millones y espera el inicio de la producción para el 2028. Michiquillay se convertirá en una de las minas de cobre más grandes del Perú y creará significativas oportunidades de negocio en la región de Cajamarca si se concreta.