La minería en Chile como motor de bienestar

Jorge Manco Zaconetti

El país con el más alto índice de desarrollo humano (IDH) en América Latina es Chile ubicándose en el puesto 44.º, con un índice de 0.860 para el 2022 y una renta nacional bruta percápita de US $ 24,431 dólares superando a la Argentina, Brasil, Colombia y claro esta a nuestro país, que se ubica en el puesto 87.º.

 

rajo inca codelco

Esta mejor ubicación en gran parte se explica a la explotación minera que se desenvuelve en Chile, dado que es reconocido como el principal mundial de cobre, donde el Estado participa directamente de la renta minera.

Esta es una razón importante por la cual nuestro vecino del sur pertenece al selecto grupo de países conformantes de la OCDE, la “Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico”, en las cuales están Chile, México y Colombia. Nuestro país está lejos de ser aceptado como miembro, en razón de la debilidad de sus instituciones democráticas, corrupción generalizada, desigualdad social y descomposición política. ¡Prueba de ello serían los 40 candidatos a la presidencia de la república para el 2026, con el cual batimos un récord mundial!

El IDH es el indicador más completo del bienestar y prosperidad de la población de un país, pues estima no solamente la renta per cápita que suele ser un promedio de la distribución de la riqueza y como tal no expresa propiamente el bienestar de la población.

Por ello, el IDH combina indicadores económicos con indicadores sociales, como la esperanza de vida al nacer o los años de escolaridad en un país. Mientras el IDH sea más cercano a 1, como Suiza, Noruega, Suecia, Finlandia que bordean el 0.96 en el índice de desarrollo humano con ingresos anuales que superan los US $ 60 mil dólares por persona.

Si Chile es el país mejor ubicado en el IDH en América Latina, se debe en gran medida a la explotación cuprífera donde resulta el más importante productor mundial, que en 2023 llegó a producir de 5.2 millones de toneladas, siendo el principal productor la empresa estatal Corporación Chilena del Cobre (Codelco) explicando un 25 % de la producción.

Solamente para 2023, el valor de las exportaciones de cobre desde Chile al mundo sumaron los US $ 43,344 millones de dólares, mientras en nuestro país en su conjunto el total de las exportaciones mineras fueron de US $ 42,539 millones. Es decir, exportando cobre, oro, plata, hierro, zinc, plomo, hierro, molibdeno no superamos a las exportaciones del metal rojo de nuestro vecino del sur.

Con la estadística del Banco Central de Chile, las exportaciones cupríferas fueron de cobre en la forma de concentrados y cátodos (finos) para 2023 fueron de US $ 43,344 millones; y en otros minerales como plata, oro, molibdeno y litio sumaron los US $ 9,117 millones de dólares.

Es decir, las exportaciones mineras de Chile totalizan los US $ 52,460 millones de dólares frente a las exportaciones desde el Perú al Resto de Mundo que sumaron los US$ 42,539 en 2023; nuestro país tiene más potencial sobre todo en cobre y oro, para superar a nuestro vecino, ello explica la presencia de importantes grupos chilenos en la minería peruana.

Pero se debe afirmar que Chile no solamente es el primer productor mundial de cobre cuyo precio tiene una tendencia alcista, por el proyectado desequilibrio entre la Oferta y Demanda mundial previsto para los próximos años. Es también el segundo productor mundial de litio con 44 mil toneladas en el 2023 y el sexto productor de plata con una producción de 1,274 toneladas (2022).

En tal sentido, las exportaciones mineras de Chile representan el 55 % de las exportaciones totales que sumaron en el 2023 un valor total de US$ 94,557 millones de dólares, mientras en nuestro país las exportaciones sumaron los US $ 67,244 millones de dólares. Esta diferencia en el valor de las exportaciones entre Chile y Perú de más de US $ 27 mil millones explica la mayor fortaleza de la economía chilena, su mayor productividad, diversidad productiva y sobre todo la confianza que se otorgan a los inversionistas nacionales e internacionales.

Prueba de ello son los mayores montos comprometidos de las inversiones entre ambos países, a pesar de la riqueza geológica del Perú y menores costos de producción, las inversiones mineras se “van pa Chile”, gracias a la mayor institucionalidad, estabilidad que se otorgan a los inversionistas.

Una comparación entre las inversiones acumuladas entre Perú y Chile, usando la estadística oficial de ambos países, resulta ilustrativa. Entre el 2010 al 2023 las inversiones mineras acumuladas en el Perú fueron de $ 84,466 millones, mientras en nuestro vecino del sur totalizaron los US $ 141,572 millones de dólares.

Estas cifras marcan la diferencia entre los dos países, y hacen de Chile un mejor destino para las inversiones privadas por el respeto a los contratos y estabilidad política a pesar de las graves protestas sociales de años atrás que cuestionaban el modelo de apertura de libre mercado.

Sirva de ejemplo el 2013 cuando las inversiones privadas en el Perú tuvieron el más alto nivel llegando a los US $ 9,727 millones de dólares, las inversiones en Chile sumaron los US $ 15,027 millones. En nuestro país se estaban construyendo los proyectos de Las Bambas, Chinalco, Constancia, ampliaciones de Mra Cerro Verde entre otros y las inversiones mineras en nuestro vecino del sur fueron muy superiores.

LA GRAN DIFERENCIA

La gran diferencia entre Chile y Perú en la explotación minera no está determinada por el potencial geológico, o los menores costos de producción en nuestro país, o la mayor contribución fiscal del Estado chileno en la explotación minera.

La gran diferencia radica en la participación del Estado por medio de la empresa Codelco que le permite al fisco chileno participar directamente de la renta minera como impuestos a las utilidades, royalties, ley reservada de cobre para las fuerzas armadas y las utilidades empresariales.

En Chile desde el gobierno del presidente Frei Montalva en 1966, un demócrata cristiano (DC) se autoriza la intervención del estado en la explotación de la “gran minería de cobre”. Proceso que alcanza su clímax con el presidente socialista Salvador Allende que por medio de la Reforma Constitucional mediante ley 17.450 nacionalizó los yacimientos de la gran minería de cobre en 1971.

Desde 1971 a la fecha la presencia del Estado en la explotación cuprífera a pesar de la dictadura del general Augusto Pinochet, Codelco como empresa estatal no fue privatizada. Es más, por norma y principio constitucional no se puede privatizar.

Esta presencia estatal en la gran minería de cobre por medio de Codelco que explica el 25 % de la producción del metal rojo, ha hecho posible que en Chile existan siete fundiciones, donde transforman los concentrados de cobre en cobre fino, con ello se obtiene un mayor valor agregado y se obtienen mejores precios internacionales.

Así, Codelco opera con eficiencia la fundición de Chuquicamata, Caletones que están consideradas entre las 20 mayores fundiciones a nivel mundial. También opera la fundición de Potrerillos, y Videla Lira por medio de ENAMI, siendo las demás fundiciones de empresas transnacionales como Glencore con la fundición Altonorte; de Anglo American que opera la fundición de Chagres.

Mientras en nuestro país la transnacional suiza Glencore opera los yacimientos de Antapaccay en el Cusco, participa con el 33.75 % en la Mra. Antamina, además de su participación en los Quenuales y hasta hace poco tenía la mayoría accionaria en la Mra. Volcan, prácticamente explota y exporta concentrados.

En la misma situación se encuentra la Mra. Quellaveco de Anglo American, que en su mejor momento puede llegar a producir 500 mil toneladas anuales de cobre y ser la mina más moderna en relación a la automatización de los procesos de producción, también exporta concentrados de cobre, que tienen un menor valor en el mercado internacional.

La presencia del Estado en la minería chilena y las fundiciones estatales marcan la diferencia con hacer minería en nuestro país. Por lo menos, se deben exportar productos mineros refinados, y no como concentrados. Ello supone la construcción de más refinerías y fundiciones de cobre en el país.

Mientras el Perú solamente se tiene la Refinería de Ilo-Moquegua que se construyó en el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado y fue privatizada a “precio de ganga” por el fujimorismo, Chile tiene siete fundiciones de cobre y exporta cobre fino, teniendo mejores ingresos para las empresas y el fisco chileno.

 

Diario Uno, 20.07.2024