Los dueños del Perú

Jorge Manco Zaconetti

Los estudios modernos de los “Grupos de Poder Económico y Político” en el Perú los inicia el Ing. Jorge Bravo Bresani profesor universitario e investigador con un largo ensayo “Perú : Gran Empresa Pequeña Nación” publicado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) en los años sesenta del siglo pasado, donde el debate se centraba sobre el carácter de la Oligarquía y su poder real frente a la presencia creciente de las empresas transnacionales sobre todo de carácter norteamericano.

 

Minsur San Rafael Puno

Estas investigaciones sobre el poder económico y político tuvo como aprovechado alumno al Ing. Carlos Malpica Santistevan formado en la Universidad Nacional Agraria” más conocida como la “Molina” que desde su primigenia obra “Los Dueños del Perú” en los años sesenta del siglo pasado dedicada a su maestro Bravo Bresani, termina publicando y demostrando con información económica, financiera de las principales empresas el entramado de los más importantes grupos económicos en nuestro país, con su obra cumbre “El Poder Económico en el Perú” publicado en 1989 en tres tomos por la editorial Mosca Azul, y dedicado “al conocido novelista y novel político Mario Vargas Llosa para que se informe sobre los intereses económicos y el tipo de “Libertad” que defiende”.

Se debe recordar que hacia 1989 el novelista había formado un movimiento político denominado “Libertad” en alianza con los partidos tradicionales como Acción Popular y el Partido Popular Cristiano (PPC), promoviendo la liberalización de la economía, un brutal ajuste de precios terminando con la irracional política de subsidios que curiosamente favorecieron más a los Grupos de Poder, una reducción de los empleos públicos y sobre todo una drástica privatización de las empresas públicas, sean rentables o estratégicas, igualmente debieran ser transferidas al sector privado.

Al final de cuentas el programa económico promocionado por el candidato liberal Vargas Llosa resultó siendo aplicado por Alberto Fujimori, mediante una dictadura con el cierre del Congreso de la República en abril de 1992, y la restricción de las libertades ciudadanas.

Esta problemática sobre el Poder Económico y Político en el Perú ha tenido algunos continuadores como Eduardo Anaya, Ludovico Alcorta, Víctor Torres Cuzcano profesor sanmarquino tempranamente fallecido, pero sobre sobre todo en la vasta obra del profesor Francisco Durand, en especial en su libro “Los Doce Apóstoles de la Economía Peruana”, publicado en el 2017 por el Fondo Editorial de la Universidad Católica del Perú (PUCP).

Sin embargo, no resulta una casualidad histórica que en la formación de los economistas y en general en las ciencias sociales, por no decir en las profesiones de administración, ingeniería industrial, el estudio de los “Grupos de Poder Económico” sea un tema prohibido, externo, un tabú, pues en la llamada Ciencias Económicas se parte desde un inicio por asumir los principios de la “libre competencia”, de la libre oferta y demanda de bienes y servicios, de la competencia perfecta como principio rector, donde los monopolios y oligopolios serían “fallas de mercado”, imperfecciones que la teoría de la regulación con la intervención del Estado debe corregir.

Es más, la Constitución Política de 1993 del Perú impuesta por la dictadura de  Fujimori / Montesinos, en el capítulo económico asume como principio fundamental el libre comercio de bienes y servicios y se destaca que el Estado en la economía tiene un rol subsidiario, donde la primacía corresponde al inversionista y capital privado. El Estado solamente autorizado por ley del Congreso de la República tendría intervención con nuevas empresas estatales. Es decir, el credo liberal es el dogma económico a pesar de los altos niveles de la concentración y centralización del capital en la economía peruana.

En la realidad concreta, en los principales sectores de la economía peruana dominan los grupos de poder económico y político siendo los más importantes los Grupos Brescia, Romero, Rodríguez Pastor, Belmont entre los principales.

DE BRESCIA A BRECA

Si bien la presencia del grupo Brescia es más que centenaria, tiene operaciones en Perú, Chile, Brasil, Estados Unidos, entre otros participa en la banca, seguros, gran comercio, hotelería, pesca, inmobiliaria, salud, alimentos y sobre todo en la minería, donde se ubica como segundo productor mundial de estaño con la unidad minera de Minsur S.A. ubicada en la provincia de Melgar en la región de Puno.

Bajo el control de la tercera generación de los Brescia Moreyra, y Fort Brescia, participan en más de 70 empresas líderes, siendo a mi criterio la participación y adquisición en 1977 de la unidad minera Minsur, la gallina de los “huevos de oro”. El otro factor explicativo de la fortaleza del Grupo Breca la sido la adquisición del Banco Continental asociado al grupo español Bilbao Vizcaya, el segundo banco en importancia en el país, cuya mayoría accionaria (60 %) fue privatizado en abril de 1955 por la “bicoca” de US $ 195.7 millones de dólares reconociendo en esa cifra US $ 60 millones de dólares de títulos depreciados de la deuda externa peruana que fueron reconocidos al 100 % de su valor por el corrupto gobierno de Fujimori/Montesinos.

Si se estima el patrimonio global del grupo Brescia, es decir el capital social suscrito y pagado por los accionistas en especial en un valor de US $ 5,810 millones de dólares, el patrimonio de la empresa minera Minsur SA resulta equivalente a US $ 1,747 millones, es decir representaría el 30 % del patrimonio total.

Constituye todo un mérito empresarial la integración vertical de las operaciones de la minera Minsur con la producción de concentrados en la Unidad de San Rafael (Antauta/ Puno) y las actividades de fundición y refino en la Planta de Pisco, donde se agrega valor, convirtiendo el concentrado en fino que tiene un mayor valor en el mercado internacional, y que desde el 2005 aprovecha las ventajas de consumir el gas barato de Camisea.

La empresa minera Minsur SA está constituida con las unidades de San Rafael en Puno, la unidad de Fundición y Refino de Pisco, más la unidad aurífera de Pucamarca (Tacna), donde en su mejor momento llegó a producir 100 mil onzas de troy, que ahora por los rendimientos decrecientes no superan las 63 mil onzas para 2023.

El crecimiento patrimonial resulta equivalente a la capitalización del país, pasando en el caso de Minsur de un patrimonio de US $ 223 millones en 1999, para llegar a un máximo de US $ 2,182 millones de dólares para 2013, aprovechando la bonanza de los buenos precios de los metales, el llamado “boom de precios” sobre todo explicado por el crecimiento y demanda de la economía china.

Si bien para 2023 el patrimonio neto que contablemente se asume como una deuda que tiene la empresa con sus accionistas ha disminuido para ubicarse en 2019, antes de la pandemia, en US $ 1,284 millones de dólares, para subir un poco más hacia 2023 para sumar los US $ 1,747 millones.

Es tan rentable para sus accionistas Minsur S.A. que los dividendos distribuidos, declarados y pagados según su Junta Anual entre el 17 de mayo del 2021 al 16 de octubre del 2023, han sumado los US $ 1,158 millones, aprovechando los altos precios internacionales del estaño, los bajos costos de producción en especial la baratura de la fuerza de trabajo, y los beneficios tributarios que goza el sector minero en especial.

En verdad, la importancia de los Grupos Económicos y el control que mantienen en los principales sectores de la economía peruana, debiera ser un tema de la primera importancia para el Estado y la Nación en su conjunto por la explotación de recursos naturales no renovables que algún momento se agotarán como el estaño, oro y cobre donde Minsur SA participa con el 60 % del capital en la empresa Marcobre, asociado con capitales chilenos.

El estudio de la contribución real o formal en la tributación, empleo, valor agregado, desarrollo regional, políticas de medio ambiente, deben ser temas de debate nacional en el próximo proceso electoral. Se debe promover una minería socialmente responsable en especial con los trabajadores, cuyos ingresos no guardan proporción con la riqueza creada.

 

Diario Uno, 10.08.2024