Obsceno faenón chileno para destruir Escuela de Aviación de Collique


No sólo pretenden destruir la Escuela de Aviación Civil, sino que arrancarían 157 millones de soles del erario nacional

Empresa chilena habría pagado US$ 15 m2 y no los US$ 100 m2 de valorización real


DH Montt SAC es una de las empresas chilenas que se asocian con empresarios nacionales carentes de valores y con un marcado desprecio por el Perú. En este caso, el contubernio también cuenta con el apoyo del traidor gobierno aprista, que cada día muestra una voracidad sin medida ni vergüenza, y a quien no interesa destruir la reserva aérea nacional pretendiendo entregar la Escuela de Aviación de Collique en manos del enemigo chileno, que se arma desenfrenadamente y amenazando al Perú.


Ahora DH Montt SAC presiona a las altas esferas de Gobierno para obligar a ProInversión a acatar el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que le reconoció su “Iniciativa Privada” de comprar las 65 hectáreas en la Escuela de Aviación Civil de Collique a 15 dólares el metro cuadrado, siendo el precio de 100 dólares, con lo cual el Estado perdería  28’811,000 soles, porque Montt no quiere pagar, los 185 millones de soles que corresponde, según a Razón precisa hoy. Aunque otros expertos indican que el precio en la zona no es de 100 dólares, sino de 300.

Apoyadas por el gobierno chileno, que les facilita capitales con créditos blandos para invadir al Perú en medio de faenones, vemos estos actos más repulsivos que la pornografía: portándose como obscenas prostitutas, las empresas chilenas hasta entre ellas se disputan los favores del gobierno aprista, pues otra empresa chilena, Besco, asociada a Graña y Montero, obtuvo de forma irregular la buena pro ofertando 30 dólares por metro cuadrado en las 64 hectáreas, por lo cual fue impugnado por la chilena DH Montt SAC.

En esta grotesca puja, lo que se ha ventilado en el TC no es la ilegalidad de la entrega de los terrenos de Collique, que pertenecen no al gobierno, sino a todos los peruanos, quienes donaron su dinero —comenzando por el héroe José Quiñónez— para un solo fin: tener una Escuela de Aviación Civil, por lo cual son terrenos intangibles. De modo que una acción legal para impedir que el Estado disponga de Collique obligadamente obtendría un fallo favorable de cualquier juzgado —a menos que haya aceitada en el camino y entonces habría que apelar y denunciar al juez corrupto— en caso de que pretenda consumarse este faenón, con la consecuente responsabilidad penal de la cúpula aprista enquistada en el poder.

Destilando purulencia, el Gobierno propició un encuentro de las empresas rivales y alentarlas a llegar un entendimiento entre ellas, y aunque este acuerdo no se ha hecho público, se sabe que han llegado a una concertación y que ambas se repartirán la torta de las 64 has.

Estos chilenos creen haber sido beneficiados con el negocio del siglo, pero son falsas ilusiones, si persisten en usurpar el terreno apoyados por el gobierno aprista, el poder judicial finalmente ordenará el desalojo y la demolición de cualquier basura que se les haya ocurrido construir.