Voces patrióticas advirtieron con enorme preocupación que en el último consejo de ministros se desestimó de un plumazo, otra vez, como durante el toledismo, la asignación del dinero para la compra de los terrenos aledaños al Aeropuerto Jorge Chávez y se incurrió, para variar y en sospechoso concierto, en falta, posibilitando que la empresita concesionaria, Lima Airport Partners, LAP, sí tenga un buen pretexto para NO construir la segunda pista del primer terminal aéreo nacional. Esto equivale a traición.
Leamos un documento que se llama Contrato de Concesión del primer grupo de aeropuertos de provincia de la República del Perú:
“Conste por el presente documento el Contrato de Concesión para el diseño, la construcción, mejora, Mantenimiento y Explotación del Primer Grupo de Aeropuertos de Provincia de la República del Perú (el “Contrato”) que celebran el Estado de la República del Perú, en adelante el CONCEDENTE, actuando a través del ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), facultado por el artículo 30º, inciso a) del Decreto Supremo No. 060-96-PCM, con domicilio en Jr. Zorritos 1203, Lima 1, Perú debidamente representado por Sergio Bravo Orellana, con DNI No. 06053464, debidamente facultado por Resolución Ministerial No. 880-2006-MTC/01 de fecha 05 de diciembre 2006, y de la otra parte, la Sociedad Concesionaria Aeropuertos del Perú S. A. en adelante el CONCESIONARIO, con domicilio en Av. Víctor Andrés Belaunde No. 147, of. 701, San Isidro, República del Perú, debidamente representado por María Leoni Roca Voto-Bernales identificado con DNI. 10270516 debidamente facultado al efecto por poder instrico No. 11946758 del Registro de Personas Jurídicas de la Oficina Registral de Lima y Callao.
¿A cuál de estas dos empresas, sin mayores títulos o pergaminos, le va a entregar Perú, según determinación del último consejo de ministros, el dinero para que haga lo que no sabe?
¡Pido perdón! Acabo de recordar que Swissport sí tiene títulos. Leamos lo que se publicó en La Paz, Bolivia, el 23 de febrero de este año: “Con la finalidad de velar por los intereses del país, la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) puso fin al contrato de concesión de 15 años de los recintos aduaneros con la empresa transnacional Swissport GBH Cotecna S.A.
Swissport, hoy en día denominada DBU S.A. es de capitales suizos y peruanos y administraba 11 recintos del país, tenía 250 trabajadores y generaba un movimiento de más de 6 millones de dólares.
De acuerdo a la información brindada por la presidente de la ANB, Marcia Morales Olivera, la anulación del contrato se debe a que esta empresa no cumplió con la inversión de 2.6 millones de dólares que debía realizar en los primeros tres años de manejo de los recintos aduaneros del país”.
¡Feísima acusación la que tiene esta empresa Swissport en Bolivia! ¿Será esta la razón, sinrazón, que habría promovido esa anfibología tan curiosa entre Concedente y Adjudicatario, una sola dirección, una sola representante legal y un pasado a todas luces reciente como vergonzoso? ¿Es a esta firma, de nulos antecedentes en administración aeroportuaria, a la que se está regalando más de 10 aeropuertos de provincias?
El consejo de ministros no es una isla. Ha poco, para ser más precisos, el 5-12-2006 se reunió en FONAFE, la junta general de accionistas de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial, Corpac, y decidieron:
“Aprobar la modificación del valor nominal de cada una de las 535 357 acciones representantivas del capital social de Corpac S.A., de la suma de S/ 1000 (Un mil y 00/100 Nuevos Soles) a la suma de S/ 1.00 (Un nuevo Sol) y, como consecuencia de ello, aprobar la creación y emisión de 535 357 000 acciones, íntegramente suscritas y totalmente pagadas, de un valor nominal de S/ 1.00 (Un Nuevo Sol) cada una, distribuidas de la siguiente manera…..” Nótese que se habla de valor nominal y no de la tasación comercial de las acciones.
La señora Patricia Elliot Blas, según dice el acta, representando 55 056 acciones, suscritas y pagadas de titularidad de FONAFE, siendo el valor de cada acción de S/ 1,000.00 (Un Mil y 00/100 Nuevos Soles); suscribe un acta en que nadie explica cómo na funcionaria simple puede manejar, como en este caso el patrimonio del Estado y en la entidad que tiene que ver directamente con la concesión de los aeropuertos de provincias.
En efecto, en el punto 2 del Acta, Reducción del Capital Social mediante Amortización de Acciones se dice: “Asimismo, el Presidente señaló que como consecuencia del Proceso de Concesión de los Aeropuertos del Norte, resulta oportuno aprobar la reducción del capital social de Corpac S.A., en la suma de S/ 200 798 825.60, mediante la amortización de 180 718 830 acciones de la clase A y 20 079 995 acciones de la clase B, de un valor nominal de S/ 1.00 cada una, de titularidad del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado-FONAFE; con lo cual el capital social de Corpac S.A. se reduciría de la suma de S/ 535 357 000.00 a la suma de S/ 334 558 175.00; de conformidad con el Acuerdo de Directorio No. 011-2005/003-FONAFE. En buen romance: ¿hay que envilecer el valor del patrimonio del Estado, es decir, de 26 millones de peruanos?
¿Qué hay de cierto que San Dionisio Romero Seminario ya metió sus uñas largas en alguna vinculación directa o indirecta o vía testaferros, en el proceso de concesión de aeropuertos que tiene a su cargo Swissport GBH o la otra Aeropuertos del Perú? ¿Y que entonces se explicaría la premura de darles fondos, dinero de los peruanos, a estas empresas sin ningún lauro en destreza aeroportuaria?
Un directorio nacional, que eso es en buena cuenta, un consejo de ministros, desorientado o mal aconsejado; una sesión de Corpac en que desvalorizan el patrimonio de la empresa y una confusión rara, muy rara, en la titularidad de la concesión de los aeropuertos de provincias, y en cualquier caso, una precariedad oprobiosa por donde se lo mire, dan detalle alarmante de cómo se están manejando los destinos del país.
Tomar a lo serio las cosas del Perú, advirtió con certeza angustiada Manuel González Prada.
¿Aclarará alguien ante el país estas cuestiones? Vamos a ver.