Drogas en el aeropuerto
La entrevista que realizó César Hildebrandt a Herbert Mujica en el Canal 11, además subrayar las irregularidades de Lima Airport Partners, que ya conocemos (ver: ¡Estafa al Perú! ¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin problemas!), puso en evidencia una hipótesis muy razonable y que tiene mucho sentido: las drogas.
La entrevista que realizó César Hildebrandt a Herbert Mujica en el Canal 11, además subrayar las irregularidades de Lima Airport Partners, que ya conocemos (ver: ¡Estafa al Perú! ¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin problemas!), puso en evidencia una hipótesis muy razonable y que tiene mucho sentido: las drogas.
En primer lugar, de la investigación realizada por Herbert Mujica vemos que la empresa LAP tiene todas las características de actuar mediante redes mafiosas que habrían llegado a infiltrarse en las altas esferas del gobierno, lo que impide que se rescindan los contratos, pese a ser toda una burla.
Estamos viendo que en los últimos meses se encuentran cargamentos de droga desfilando por el aeropuerto en operaciones en las que se encuentran implicadas las empresas prestadoras de servicios aeroportuarios.
Resulta también muy sospechoso que LAP haya tenido el descaro (con la permisividad del gobierno) de restringir el acceso de la policía antidrogas a las instalaciones de nuestro aeropuerto, según denunciaron jefes policiales.
Así tenemos que los lobbies decían que la empresa privada gerencia mejor, pero aquí vemos no sólo una pésima gerencia privada, sino indicios razonables de algún contubernio relacionado con las drogas.
La semana pasada la policía dio cuenta de un hallazgo de drogas en el estacionamiento del aeropuerto Jorge Chávez, inmediatamente salió LAP a decir que no era allí sino en Chorrillos donde encontraron la droga. Es muy extraño que la policía se equivoque de esa manera, lo cual sólo aumenta las sospechas.
¿Puertos?
En el programa de ayer también se planteó la hipótesis de que los cárteles estén tras los puertos. No es nada descabellado, cuentan con millones de dólares mal habidos y no les costaría nada tener sus propios puertos para desde allí sacar la droga de manera mucho más fácil.
Políticos responsables, con mucha razón, han solicitado excluir a los chilenos en las inversiones portuarias. Pero tan malos como el enemigo chileno son las mafias de las drogas. Por lo tanto, se debe ser extremadamente cautelosos, evitar la proliferación de puertos y optimizar todos los controles policiales.
En todo caso, son excelentes hipótesis que encajan perfectamente dentro de lo posible. Siendo que LAP ha invertido nada o muy poco —como se proclamó para atizar la privatización—, lo más sano sería regresar el Jorge Chávez a la administración pública, porque antes funcionaba mucho mejor y tenía personal mucho mejor considerado, además, permitían trabajar a los artesanos peruanos que vendían sus trabajos. Ahora LAP ha quitado el trabajo a estos artesanos ofreciendo estos productos con motivos peruanos importados de China
Estamos viendo que en los últimos meses se encuentran cargamentos de droga desfilando por el aeropuerto en operaciones en las que se encuentran implicadas las empresas prestadoras de servicios aeroportuarios.
Resulta también muy sospechoso que LAP haya tenido el descaro (con la permisividad del gobierno) de restringir el acceso de la policía antidrogas a las instalaciones de nuestro aeropuerto, según denunciaron jefes policiales.
Así tenemos que los lobbies decían que la empresa privada gerencia mejor, pero aquí vemos no sólo una pésima gerencia privada, sino indicios razonables de algún contubernio relacionado con las drogas.
La semana pasada la policía dio cuenta de un hallazgo de drogas en el estacionamiento del aeropuerto Jorge Chávez, inmediatamente salió LAP a decir que no era allí sino en Chorrillos donde encontraron la droga. Es muy extraño que la policía se equivoque de esa manera, lo cual sólo aumenta las sospechas.
¿Puertos?
En el programa de ayer también se planteó la hipótesis de que los cárteles estén tras los puertos. No es nada descabellado, cuentan con millones de dólares mal habidos y no les costaría nada tener sus propios puertos para desde allí sacar la droga de manera mucho más fácil.
Políticos responsables, con mucha razón, han solicitado excluir a los chilenos en las inversiones portuarias. Pero tan malos como el enemigo chileno son las mafias de las drogas. Por lo tanto, se debe ser extremadamente cautelosos, evitar la proliferación de puertos y optimizar todos los controles policiales.
En todo caso, son excelentes hipótesis que encajan perfectamente dentro de lo posible. Siendo que LAP ha invertido nada o muy poco —como se proclamó para atizar la privatización—, lo más sano sería regresar el Jorge Chávez a la administración pública, porque antes funcionaba mucho mejor y tenía personal mucho mejor considerado, además, permitían trabajar a los artesanos peruanos que vendían sus trabajos. Ahora LAP ha quitado el trabajo a estos artesanos ofreciendo estos productos con motivos peruanos importados de China