En la cuarentena, subió la contratación de viajes en jets privados y se espera que la demanda siga en aumento una vez terminado el aislamiento obligatorio. Cómo opera este segmento, que se caracteriza por brindar mayor confort y privacidad a los pasajeros.

La pandemia del coronavirus dio impulso a un negocio de la industria turística que ya venía en auge desde antes del COVID-19 a nivel global, pero también a nivel local: el de los vuelos privados.

 

ala ventana vuelo privado

 

La suspensión de las operaciones regulares de las compañías aéreas desde la cuarentena, la escasa oferta de vuelos disponibles (solamente hay los denominados “especiales”) y la intención de viajar pese a las restricciones elevó la demanda para contratar jets privados, un servicio que cada vez está más de moda entre los latinos.

“En destinos internacionales, se está volando un 50% más en promedio comparado a 2019 y un 15% más en tramos regionales”, asegura Sebastián Chicou, piloto y CEO de JetsBooking. Asimismo, se espera que el segmento siga creciendo en los próximos meses, ya que, quienes tienen la posibilidad de hacerlo, preferirán volar en un jet privado antes que subirse a un vuelo tradicional.

Por temor a contraer el virus, muchas empresas querrán cuidar a sus ejecutivos y evitar que se trasladen en vuelos comerciales con desconocidos. Los empresarios también, por su cuenta, declinarán viajar en vuelos regulares. “Estimamos que habrá un éxodo de ejecutivos que a menudo se trasladaba en la aviación comercial y ahora lo hará en la aviación ejecutiva”, anticipa Chicou.

Pero los viajes de negocios no serán los únicos que traccionarán la demanda. Muchas familias ya piensan en este servicio a la hora de planificar sus vacaciones, teniendo en cuenta diferenciales que aporta, como comodidad, seguridad y privacidad.

¿Cuáles son los precios? El rango es diverso y depende de distintos factores, como el tamaño del avión, la cantidad de pasajeros que se trasladan, si el vuelo es directo o hay conexiones y los kilómetros que se deben recorrer para llegar a destino. En vuelos domésticos de dos horas promedio, el alquiler de un jet mediano cuesta USD 4.500 (ida y vuelta), pero un vuelo internacional en un jet para 7 pasajeros, por ejemplo, para la ruta Miami-Buenos Aires ida y vuelta, asciende a USD 98.000, o de Cancún-Miami, USD850 por asiento ticket.

Aunque se trata de un segmento históricamente acotado a viajeros de alto poder adquisitivo, la apuesta es lograr la democratización de esta industria. Con este propósito se creó JetsBooking, que, con una inversión de USD 1,7 millones de seed capital, se lanzó al mercado nacional hace unas semanas, impulsado por la demanda que experimenta el sector.

Se trata de un marketplace B2B que conecta a agentes de viajes con empresas de aviación ejecutiva, con el objetivo de cambiar el paradigma sobre el segmento y democratizar su acceso, dándole una mayor visibilidad y cercanía con los consumidores, a través de herramientas tecnológicas como Inteligencia Artificial, Blockchain y Data Intelligent.

“La aviación privada necesita un gran cambio. Buscamos innovar a través de la tecnología, llevándola a donde nunca antes estuvo, en los teléfonos de cada viajero, con más opciones de vuelos, diversidad de destinos, flexibilidad de horarios y mayor confort y salubridad en tiempos como este. Con el correr de los meses, veremos cómo el sector se vuelve más eficiente y económico para los pasajeros”, asegura Chicou.

La empresa cuenta con más de 9.000 aeronaves, entre jets y helicópteros, en más de 110 países. Sus oficinas centrales se encuentran en Miami, aunque su equipo de desarrollo IT está radicado en la Argentina. El marketplace ya posee acuerdos globales con gigantes de la industria del travel, como SABRE Holding y Travelport, compañías con presencia en más de 180 países, 19 billones de búsquedas de tickets aéreos por mes y 480 líneas aéreas integradas.

“Este disruptivo modelo de negocio combina inventario de asientos de líneas aéreas con el de la aviación ejecutiva en una misma plataforma, junto con la vinculación por nuevos canales de distribución. Somos una especie de modelo de economía compartida: los usuarios pueden volar en un avión comercial desde Shanghái, combinarlo con un jet ejecutivo y llegar a un hotel de San Pablo, en helicóptero”, comenta Chicou.

Así, la plataforma permite buscar, comparar y reservar tickets en líneas aéreas comerciales y combinarlas con jets privados o helicópteros, despegar de aeropuertos ejecutivos por terminales VIP, volar a destinos no cubiertos por las líneas aéreas (la aviación comercial utiliza menos del 10 % de los aeropuertos disponibles en el mundo), viajar en First class o ejecutiva (en la post pandemia se reducirá drásticamente la oferta de vuelos comerciales en el mundo), elegir con quién volar, reservar un asiento por grupo de afinidad y seleccionar preferencias como el catering, las bebidas, las películas y la música, entre otras opciones.