Anteponiendo sus intereses a la seguridad nacional
Siguiendo el plan chileno de apoderarse de nuestro gas, Suez Energy sostiene que, al realizar sus operaciones en el Perú, venderá gas peruano a Chile, a través de la construcción de un gasoducto, una vez que se confirme que hay más reservas de gas en nuestro país, según informó el gerente general de Suez Energy Andino, Manlio Alessi. La empresa pretende instalar un terminal de gas licuado en Mejillones, 1,400 kilómetros al norte de Santiago, obra que se concretaría en alianza con Gas Atacama y las mineras Codelco, BHP Billiton, Collahuasi y Phelps Dodge. Como se sabe, Codelco es la empresa chilena de cobre que provee de recursos al ejército chileno, con lo cual nuestro gas iría a reforzar el poder bélico chileno.
Energy Suez, dueña de Calidda, tiene mucho que explicar al país, debido a que postuló con un capital de mil soles y le fue concedida la licitación del gasoducto, inversión por la cual los peruanos abonaban mensualmente una cantidad que les era descontada en sus recibos de consumo eléctrico. Por cierto, no hemos recibido suficientes explicaciones del ciudadano norteamericano Pedro Pablo Kuczinsky, quien consideró tan incapaces a nuestros ingenieros peruanos que contrató una millonaria auditoría extranjera.
Quieren decidir qué hacer con nuestro gas
Sin importar que la venta de gas a Chile colocaría al Perú en una peligrosa situación para nuestra defensa nacional, debido a que Chile puede usar como pretexto cualquier tema relacionado con esta venta para amenazar o declarar la guerra a nuestro país, Energy Suez, igual que LNG, piensa que en el Perú ha encontrado salvajes a los que hay que decirles lo que tienen que hacer con sus recursos estratégicos, que no tenemos la capacidad de optar por los que nos conviene. Así, quieren decidir, como si el gas perteneciera a ellos y no al Perú, que van a vender nuestro gas a Chile.
El silencio del gobierno ante estos excesos de las empresas extranjeras explotadoras del gas, demuestra que el Estado peruano se ha hecho cómplice de estas traidoras maniobras que se realizan en beneficio de Chile, lo cual corrobora la servil conducta prochilena de nuestros gobernantes.
Todo esto sucede porque en nuestro país no existe una clara política de clasificación de inversiones y recursos estratégicos. Urge que el Congreso legisle para frenar la venta de nuestros recursos estratégicos, no sólo porque puede ser limitante para nuestro futuro, sino porque puede poner en riesgo nuestra seguridad.
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