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Pero olvidan poner la cobardía de sus marinos, señala Palacios Dongo
CÉSAR ROJAS*
Mientras el Perú no tome una firme actitud frente a la insistente posición chilena, de difundir a todo el mundo que son un país pacífico, se seguirá tergiversando la figura del héroe Miguel Grau por medio de documentales o películas hechas según la visión de los políticos mapochos.
Así lo aseveró el almirante (r) Alfredo Palacios Dongo, recordando además que los sesgos de la cinta “La Esmeralda” no son casualidad, sino que se ajustan a la enseñanza que se imparte en el vecino país.
“Ellos son instruidos desde chicos con los que decía el historiador Gonzalo Bulnes y otros, que siempre han propagado la idea de que el Perú fue el país agresor y ellos los invadidos, cuando siempre ha sido todo lo contrario. Esto pasa porque acá no hay un estímulo para hacer una historia en la pantalla que diga la verdad”, indicó.
En ese sentido, pidió que tanto el Estado como la empresa privada se animen por series o películas como la que recientemente proyectó Panamericana Televisión sobre los héroes de Chavín de Huántar, titulada “Operación Rescate”, donde se recuerda cómo salvaron las vidas de rehenes del MRTA.
El oficial en retiro indicó que esto también es fruto de los gobernantes que Chile tiene, ya que todos comparten una visión de superar al Perú, en el sentido no solo militar, sino también comercial e ideológico.
El asesino Condell
“Como no tienen ninguna figura que siquiera se acerque a Grau, resaltan a los suyos y ocultan las tropelías de su gente. (Arturo) Pratt murió heroicamente por su patria, pero la mayoría de militares chilenos terminaron siendo viles saqueadores”, agregó.
Palacios Dongo también hizo referencia a Carlos Condell, un marino invasor que dirigía la “Covadonga”, y quien representa el pillaje y la cobardía en la guerra de 1879, todo lo contrario al “Caballero de los Mares”.
“Mientras Grau derrotaba a la Esmeralda en el Combate de Iquique, Condell huía a bordo de la Covadonga. Nuestra Independencia lo perseguía cuando encalló, y allí regresó para atacarla, cuando ya se estaba hundiendo. Los grumetes peruanos caían al mar e intentaban alcanzar la orilla, pero él los perseguía y acribillaba. Eso no lo hace ningún héroe, sino todo lo contrario, pero igual en Chile lo homenajean”, manifestó.
Por ello, el almirante aseguró que los planes de escribir una historia común, o de unir las fuerzas militares de ambos países, son hechos imposibles mientras los políticos peruanos sigan con esta inacción frente a las posiciones sureñas.
*La Razón, 23.05.2010
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