Fuerza de submarinos: cien años

Federico Blume y Othon
Por: Alfredo Palacios Dongo, Expreso, 16.08.08

El 19 de agosto se conmemora el 97° aniversario de la incorporación del arma submarina en el Perú. Fue un día como este, en 1911, cuando en los astilleros franceses Scheneider du Chalons se afirmó el pabellón nacional en los sumergibles "Ferré" y "Palacios", los cuales a su arribo al Callao se convirtieron en las primeras unidades submarinas en Sudamérica, iniciándose una tradición submarina que ha alcanzado gran reputación a nivel continental y mundial.


Fue durante el primer gobierno del presidente Leguía (1908-1912), en una época de tensiones diplomáticas y definiciones de nuestras fronteras con países vecinos como Ecuador, Colombia, Brasil y Bolivia, cuando se vio la necesidad de la adquisición de estos sumergibles de gran valor disuasivo, para que conjuntamente con los dos cruceros tipo explorador "Grau" y "Bolognesi", adquiridos en 1907, se ejerza la defensa de nuestro extenso litoral.

Pero en realidad, la fecunda historia de los submarinos peruanos se remonta al año 1866, cuando un ingeniero de origen danés radicado en nuestro país, Federico Blume y Othon, diseñó una nave sumergible. Había gestionado apoyo gubernamental durante 15 años para su construcción pero todo fue infructuoso. Finalmente con apoyo del presidente Piérola concluyó su construcción en junio de 1879 y recién pudo ser probado con éxito pocos días después del Combate de Angamos. El objetivo era usarlo para adherir artefactos explosivos a la quilla de los buques chilenos que arribaban al Callao, pero al perderse la guerra, se decidió su hundimiento para evitar su captura. De haberse podido concretar su construcción antes de la guerra con Chile, este sumergible pudo haber cambiado el resultado de la historia.

Entre 1926 y 1927 se incorporaron cuatro submarinos tipo R; luego entre 1953 y 1957, cuatro unidades tipo S y en 1974 dos tipo Guppy —todos estos de fabricación americana—. Por último, entre 1974 y 1983, fueron incorporados seis submarinos tipo 209 de fabricación alemana, considerados en dicha época entre los más avanzados del mundo.

En la década de los 80 la Marina contaba con una flota de doce submarinos, actualmente se ha reducido a seis del tipo 209, los cuales además del insuficiente mantenimiento por falta de recursos, sus sistemas y equipos presentan limitaciones de obsolescencia por la enorme evolución tecnológica registrada desde su construcción, en la década de los 70.

El arma submarina, además de requerir de menores costos en mantenimiento, entrenamiento, operación y en personal, sus características de sorpresa y ocultamiento constituyen un implícito elemento disuasivo. La flexibilidad operativa del submarino para desplegarse y permanecer oculto por períodos prolongados cerca a territorio enemigo, obligan a éste a un accionar y esfuerzo considerablemente mayor de medios, restringiendo severamente su libertad de acción.

La fuerza de submarinos peruana, de vasta experiencia y solvencia profesional, instructora de promociones de submarinistas de Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela, cumplirá su centenario dentro de 3 años. Por su gran importancia como componente estratégico de nuestra fuerza naval, debería ser debidamente repotenciada y modernizada.