Perú y Chile en La Haya: se viene la etapa oral del proceso
*Miguel Ángel Rodríguez Mackay
Recordemos que el Perú presentó la demanda sobre delimitación marítima contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia - CIJ, el 16 de enero de 2008. Al hacerlo el Estado peruano asumió con convicción que la controversia de delimitación marítima que mantiene con Chile será resuelta con justicia por la mayor instancia supranacional del planeta. El 19 de marzo de 2009, es decir, un año y dos meses después, nuestro país, conforme el Estatuto y el Reglamento de la Corte presentó la memoria que es el desarrollo detallado, orgánico y multidisciplinario de los argumentos que sustentan la sólida posición nacional y con ello se dio inicio al desarrollo de la fase escrita del proceso. La memoria, entonces, puso en marcha la exposición documentada de la pretensión peruana de requerir a la Corte el reconocimiento de nuestros derechos en una importante área del sector sur de nuestro Dominio Marítimo que por una circunstancia de hecho injusta y arbitraria no podemos ocupar soberanamente. Chile cuando pudo hacerlo decidió no presentar excepciones preliminares –un recurso judicial para paralizar y si es posible concluir el proceso- y por tanto se allanó al juicio iniciado por el Perú. Más tarde, el 9 de marzo de 2010, Santiago presentó ante la Corte la contramemoria que es el desarrollo de sus argumentos, en la práctica una exposición de su posición frente a lo desarrollado por Lima en la memoria.
A este primer circuito de presentación de piezas escritas, le ha seguido otro: la réplica peruana presentada el 9 de noviembre de 2010 y la dúplica chilena que debe ser puesta en conocimiento de la Corte a más tardar el próximo 11 de julio del año en curso con lo cual concluirá la etapa escrita y se iniciará la fase oral, que por su propia naturaleza será la etapa más difícil y compleja del proceso pues las partes deberán poner al máximo todos los recursos de la técnica argumentativa y de la hermenéutica que suelen materializarse durante la oralidad del juicio para exponer con certeza y veracidad, persuasión y convencimiento, la fuerza de sus posiciones. Aquí los abogados litigantes internacionales contratados por el Perú y por Chile son sencillamente claves. Deben exteriorizar con discurso orgánico y muy bien elaborado y en modo exacto, qué es lo que las partes están requiriendo tal como ha sido precisado en las sustentaciones de la etapa escrita.
Lo que sí es importante destacar es que para que la Corte llegara a admitir nuestra pretensión era imprescindible que se configurara lo que la misma Corte define como una controversia, es decir, un desacuerdo sobre puntos de hecho o de derecho, una contradicción o una divergencia de tesis jurídicas o de intereses entre dos Estados o sujetos de derecho internacional. El país sureño ha venido argumentando que el límite marítimo con Perú es el paralelo geográfico que pasa por el Hito Nº 1 en la frontera sur; y, por otro, el Perú firmemente sostiene que dichos límites no han sido aún establecidos y que de acuerdo con el derecho internacional, el límite marítimo debe ser determinado en base al principio de equidad y mediante el trazado de una línea equidistante proyectada a partir del Punto “Concordia” en la orilla del mar, conforme al Tratado de Lima del 3 de junio de 1929. Si el Perú demuestra a los magistrados internacionales que no hay límites marítimos, se habrá ganado el juicio. Los jueces siempre administran justicia y es un principio que nunca dejan de hacerlo, y en la jurisprudencia, que es fuente del derecho internacional (Artículo 38° del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia) o sea un método creativo para hacer derecho dado que el derecho no se hace de la nada, los jueces se vuelven creadores del derecho, y estamos en la seguridad que la Corte habrá de fallar con la fuerza imperante de la jurisprudencia tal como lo ha venido haciendo en otros casos de delimitación marítima.
(*)Internacionalista. Decano de la Facultad de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Tecnológica del Perú.