En el diario limeño El Comercio del 22 de junio de este año, con el título “La Alianza del Pacífico en acción”, se lee en la columna de Mercedes Aráoz:

Y es que fue así como fue pensada la Alianza del Pacífico cuando en sus pinitos, allá por el 2006, fuera convocada por el presidente García (llamándose entonces Arco del Pacífico) y me tocó hacer el esfuerzo para el diseño inicial del proceso. En aquel entonces se buscaba que todos los países con costa en el Pacífico trabajáramos en una integración profunda y dinámica, proyectándonos hacia el Asia como un mercado de destino. Este esquema no avanzó al ritmo esperado y fue así que, también por iniciativa del Perú, en el 2010 se invitó a los países más dinámicos en el proceso, con más libertad comercial y dispuestos a generar más apertura y cooperación entre nosotros para que nos uniéramos en lo que hoy se llama Alianza del Pacífico, viendo la luz oficialmente en abril del 2011.

 

Comentario

1) Hay que evitar vicios como “y es que”, sumados a una redacción ampulosa, discordante con materias como la económica, que debe ser concreta. En este párrafo se podría resumir más frases, pero tomamos lo más significativo. En “Y es que fue así como fue pensada...” hay palabras innecesarias, sobrantes, además de cacofónicas. Nos damos cuenta de ello si las eliminamos y el sentido no cambia. Mejor redactamos cuando con pocas palabras decimos mucho, no cuando con muchas decimos poco o nada.

2) Para referirnos a los años hay que evitar el artículo “el” o la contracción “del”: en 2005, junio de 2010.

3) Otro ejemplo de lenguaje ampuloso: “En aquel entonces...”

4) Falta coma entre “nosotros para”.

 

Podemos decir por ejemplo:

Así fue pensada la Alianza del Pacífico cuando en sus pinitos, allá por 2006, fuera convocada por el presidente García (llamándose entonces Arco del Pacífico) y me tocó hacer el esfuerzo para el diseño inicial del proceso. Entonces se buscaba que todos los países con costa en el Pacífico trabajáramos en una integración profunda y dinámica, proyectándonos hacia el Asia como un mercado de destino. Este esquema no avanzó al ritmo esperado y fue así que, también por iniciativa del Perú, en 2010 se invitó a los países más dinámicos en el proceso, con más libertad comercial y dispuestos a generar más apertura y cooperación entre nosotros, para que nos uniéramos en lo que hoy se llama Alianza del Pacífico, viendo la luz oficialmente en abril de 2011.