En el diario La República del 6 de agosto de este año, con el título “Hay un narco que te quiere gobernar”, leemos en la columna de Mirko Lauer:

A la vez es evidente que la erosión en cierto modo ya se ha venido produciendo de tiempo atrás. Lo que tenemos hoy delante nuestro es más bien un banquete de consecuencias. Entre lo que este ofrece está la sospecha de que una aproximación caso por caso (y titular por titular) puede resultar insuficiente.

 Comentario

La palabra delante, cuando está sola, es adverbio de lugar: Lo colocaron delante. Si a delante le añadimos la preposición de, tenemos delante de, que es una locución prepositiva o frase prepositiva. En el párrafo que analizamos hay una incongruencia, porque un adverbio como delante no admite asociarse con un adjetivo posesivo. En vez de delante se debe emplear aquí delante de (no se acepta “delante suyo” sino “delante de él”).

Podemos decir por ejemplo:

A la vez es evidente que la erosión en cierto modo ya se ha venido produciendo de tiempo atrás. Lo que tenemos hoy delante de nosotros es más bien un banquete de consecuencias. Entre lo que este ofrece está la sospecha de que una aproximación caso por caso (y titular por titular) puede resultar insuficiente.